 Llegó un nuevo año y con ello las nuevas propuestas de la industria automotriz nacional, la cual desde la apertura de las fronteras con el llamado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha estado en una evolución constante, por lo que ahora vemos en las carreteras mexicanas circular todo tipo de vehículos y una mayor oferta de modelos y marcas.
Según estimaciones de la industria, actualmente predominan en el mercado nacional más de 40 firmas de vehículos provenientes de Norteamérica, Europa y Asia, principalmente, lo cual ha generado una mayor competencia que se ve reflejada en beneficio del consumidor, cuyas estrategias van enfocadas a incrementar la gama de modelos y bajas constantes, o por lo menos estables, en los precios de los autos, sobre todo de los llamados populares o subcompactos. |
Ahora ya es común encontrar autos desde los 70 mil pesos, como el Matiz de Pontiac, el Chevy de Chevrolet, que son de los más accesibles del mercado en materia de costo. Sin embargo, esa tendendencia de menores precios también la vemos en el nicho de los compactos, mercado que busca reactivarse ante las preferencias de los vehículos deportivos utilitarios.
De hecho, los compactos han venido creciendo a ritmos que superan el 9 por ciento, y donde el Jetta y Bora de Volkswagen, se mantienen como los favoritos de los consumidores. Cabe recordar que ambos modelos son fabricados en Puebla e incluso son de los más enviados al extranjero.
Que decir del Sentra de Nissan, también ubicado entre los más vendidos en el mercado interno y de los más comercializados, sobre todo en Estados Unidos.
Ello muestra, sin duda, la calidad de los autos que se producen en territorio nacional, cuyas líneas de fabricación están a la vanguardia mundial, pues cuentan con tecnología de punta e incorporan las más altas prestaciones, así como los más avanzados sistemas de seguridad, ahorros de combustible en los motores y mejoras constantes en los interiores. Todas estas caraterísticas son básicas y las que más buscan los clientes.
Pero no todo es precio, pues hoy en día los consumidores son más exigentes, lo que ha provocado que las armadoras busquen infinidad de valores agregados que diferencian a su marca de la competencia, y entre estos elementos se encuentra el otorgar un mejor servicio, mayores garantías y trato personalizado al consumidor.
En este aspecto, algunas marcas como Toyota, que recientemente abrió un centro más de distribución de partes en el Estado de México, cada vez se preocupa más por otorgar refacciones a tiempo a sus clientes, lo cual es un arma poderosa para mantener la fidelidad y la prefrencia hacia sus vehículos.
Así, el panorama pinta nuevamente favorable para la industria este 2007, donde las firmas harán sus mejores esfuerzos por mantenerse entre los primeros lugares, cuya estrategia principal será modernizar o renovar sus gamas ya existentes.