Ante el incremento en los índices de robo de automóviles en territorio mexicano dado a conocer oficialmente por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMBA) establece que además de proteger la vida de tripulantes, un auto blindado es considerablemente más difícil de ser hurtado en su totalidad o que sus piezas sean robadas.
Lo anterior debido a que las características propias de protección que tienen las unidades blindadas dificultan o imposibilitan su robo, además de que éstas prácticamente no tienen atractivo para su posterior venta.
Además, es difícil que un ladrón introduzca las manos o algún arma por los cristales cuando el automotor se encuentra estacionado o detenido en un crucero, por lo que es poco probable que un ladrón pueda ingresar a la unidad. De igual forma cuando la unidad está detenida, resulta más difícil quitar las chapas con los accesorios que regularmente utilizan los ladrones para abrir los autos no protegidos, e incluso es poco probable que una unidad blindada se mantenga esté sola en la calle.
Si bien hay algunas piezas que no tienen diferencia en cuanto a la posibilidad de un robo con respecto a unidades sin protección, AMBA asegura que “sí es mucho más difícil abrir un carro blindado”
A decir de la AMBA, el blindaje sí elimina el riesgo de que la persona sea víctima de robo del carro yendo en movimiento y con ello el riesgo de un asalto total de la unidad, debido a la imposibilidad de introducir artefactos con el fin de lastimar o intimidar a los ocupantes del auto o la camioneta blindada.
Cuando se blinda una unidad se piensa en detener calibres de bala y no artefactos para destruir vidrios, por lo que de forma automática los proyectiles no balísticos pueden ser detenidos de forma inmediata por los autos blindados correctamente.