La Alianza Renault Nissan busca el liderazgo en cero emisiones (ZEV, por sus siglas en inglés), cuya comercialización masiva es fundamental para alcanzar las metas planteadas.
Dentro del marco del UK’s National Low Carbon Vehicle 2009 Event (Evento Nacional de Vehículos de Bajas Emisiones de Carbón del Reino Unido 2009), celebrado en el Centro de Pruebas de Millbrook, Andy Palmer, vicepresidente senior de Nissan Motor Co., Ltd., compartió con los asistentes su visión sobre Nissan y el futuro de la movilidad de cero emisiones:
Nissan, a través de la Alianza Renault-Nissan, está comprometida a convertirse en un líder global en cero emisiones. Y la primera prueba de ello fue develada como Nissan Leaf, el primer automóvil accesible con cero emisiones del mundo. Leaf representa la promesa de lo que puede ser el futuro de la movilidad cero emisiones.
No obstante, el Leaf sólo es una de las consecuencias de la visión estratégica de Nissan.
Hoy en día, la industria automotriz está sujeta a una estricta vigilancia: el calentamiento global, la dependencia de los energéticos, el cambio en las preferencias del público hacia vehículos más eficientes y las responsabilidades sociales y ambientales. A esto se suma el aumento en la demanda por más vehículos.
Por todo esto, Nissan entiende que sus acciones de hoy determinarán el camino hacia el futuro. Como constructor automotor, es menester de la compañía reconciliar estas dos exigencias: proteger el ambiente y satisfacer la demanda por más vehículos.
Nissan cree que el futuro de la movilidad son las cero emisiones; se trata de la única solución de movilidad sustentable para el largo plazo. La construcción de estos vehículos es la mejor y única manera de conciliar la demanda con la conservación del entorno
Para hacerlo realidad, Nissan ofrece una variada gama de tecnologías verdes que atacan el problema y ofrecen verdaderas reducciones en las emisiones de carbón. Estas acciones toman como punto de partida el ubicuo motor de combustión interna, el cual ha visto mejoras sustanciales a lo largo de su historia y especialmente en los últimos años: inyección directa, turbo compresión, tiempo de válvulas variable, transmisiones continuamente variables, etc. Todo esto se ha creado para conseguir la máxima eficiencia posible.
Empero, todos estos esfuerzos sólo han podido reducir las emisiones de carbón (CO2) en 35 por ciento. Por ello, la búsqueda por las mejoras al motor de combustión interna no cesará en el corto plazo.
A estos esfuerzos se suman las tecnologías híbridas, que combinan el motor de combustión interna con un esquema de propulsión por electricidad. En 2010, Nissan presentará en un modelo Infiniti su primer modelo híbrido de tecnología propia. En 2012, el vehículo comercial Cabstar se encargará de satisfacer las necesidades de los transportistas mediante un tren motor más limpio y eficiente.
Pero los híbridos son sólo un puente hacia las cero emisiones, ya que aún emiten CO2. La encrucijada actual nos invita a realizar un cambio dramático en la búsqueda de una real solución de movilidad sustentable. Esto se traduce en vehículos eléctricos (EV) y de celdas de combustible (FCV). Nissan activamente trabaja en ambas tecnologías.
Los avances en materia de FCVs son notables. No obstante, los EV son una alternativa más realista para el corto plazo, dado el aún limitado desarrollo de la infraestructura para el suministro de hidrógeno que requieren los FCVs.
La más importante distinción de la Alianza Renault Nissan es nuestra intención de comercializar masivamente los EV. No se tratará de un producto de nicho para pocos. Leaf es el primero en una serie de tres autos eléctricos que se introducirán en los siguientes años.
Este logro no podría ser posible sin la consideración y adopción plena de tres criterios que facilitarán la diseminación de los EVs:
1) Tecnología: Incluye la batería, el vehículo y la infraestructura de carga.
2) Sociedades: Comprende una amplia variedad de socios que incluyen los sectores públicos y privados para el desarrollo de la infraestructura, así como las agencias gubernamentales para implementar los necesarios subsidios, marcos reguladores y políticas.
3) Educación: El reto más importante: educar al público para crear la demanda por los EV.
Por ende, los gobiernos, regiones y ciudades deben extender su visión holística sobre las cero emisiones para incluir en el esquema a los sistemas de transporte público, administración del tránsito, planeación urbana y generación de energías limpias.
Los beneficios de esta estrategia son palpables cuando se compara el impacto de las emisiones de carbón de un vehículo tradicional con un eléctrico: tomando como base las emisiones asociadas a un auto compacto como Tiida, desde la extracción del petróleo que servirá como base para el combustible, hasta la puesta en marcha del vehículo. Si usamos las emisiones del Tiida como base, el promedio global de emisiones totales asociadas para un EV sería de sólo 41 por ciento. La magnitud del impacto(reducción) en la huella de carbón está asociada a la manera en la que cada país genera su energía eléctrica, ya sea mediante el uso de combustibles fósiles (no renovables), o de fuentes solares, eólicas, nucleares o hidráulicas (renovables). Estos últimos deben expandir su alcance para efectivamente reducir las emisiones de carbón.