El desabasto de combustible no sólo afecto a los dueños de los vehículos, también a los prestadores de servicios de mantenimiento y reparación automotriz gracias a la gasolina sucia.
En algunas zonas –sobre todo en el Bajío- las reparaciones reparaciones bajaron hasta un 50%, ya que los vehículos no circularon -por falta de combustible- y por lo tanto no requirieron mantenimiento automotriz.
Sin embargo, en algunas zonas el trabajo aumentó debido a la suciedad que presentan la gasolina que se trasladó por pipas. “La gasolina que llega en las pipas está más sucia, el combustible está contaminado por residuos y esto provoca que fallen las bombas de combustible”, explicó el ingeniero, Rudi Esquivel, presidente de la Confederación Nacional de Talleres.
Aunque todavía no se puede hacer un análisis profundo, en estos primeros días de desabasto, los talleres recibieron vehículos con problemas en la bomba de combustible y filtros tapados, ya que las compras de pánico provocaron compra de gasolina en bidones, mismos que no estuvieron limpios o dieron pie a los delincuentes de ofrecer gasolinas adulteradas.
Además, algunos talleres mecánicos, sobre todo de la zona del Bajío y Occidente, tuvieron problemas para encontrar refacciones de primera necesidad como bujías, lubricantes y filtros, pues la distribución normal de mercancías se vio afectada.
Como representante de la CNT, el ingeniero hizo un llamado a las autoridades para regularizar el desabasto de combustible lo más pronto posible o la afectación a mediano plazo será mucho mayor.