Pequeña y poco conocida, pero con enorme impacto: así fue la Planta de Operaciones de Exportación de Ford, conocida como “Planta de Tlalnepantla”. Aunque operó por pocos años, su aporte fue clave para el desarrollo de la industria mexicana de autopartes, sembrando los pilares para una de las mayores industrias del país en la actualidad.
Antes de su apertura en octubre de 1962, Ford ya contaba con otras dos plantas: San Lázaro (1926) y La Villa (1929). Sin embargo, los autos ensamblados en México apenas tenían un 25% de componentes hechos en el país. Para cambiar esa realidad, la marca adquirió la planta de Studebaker en Tlalnepantla y la adaptó rápidamente.
¿Qué se fabricaba en está instalación?
La nueva planta comenzó a fabricar componentes como monoblocks, chumaceras, cabezas de cilindro y cubiertas de embrague, además de herramientas de precisión utilizadas en líneas de ensamblaje. Todo con ingeniería 100% mexicana. Desde ahí, salieron las primeras exportaciones con el sello “Hecho en México” hacia países como Argentina, Brasil, Venezuela, Turquía, Sudáfrica y Estados Unidos.
Pero el verdadero cambio fue su capacidad para profesionalizar a los proveedores nacionales. Ford colaboró con talleres y pequeños negocios, impulsándolos a transformarse. “La Cuna Encantada”, por ejemplo, pasó de fabricar cunas a producir radiadores. Un negocio de cubetas evolucionó para fabricar piezas estampadas, y proveedores de hule, tubos y soldadura aprendieron a cumplir con los exigentes estándares de calidad de la industria automotriz.
Asimismo, Tlalnepantla se convirtió en un centro de diseño de herramientas de producción, lo que permitió mejorar los procesos y sentar las bases para una red de proveeduría nacional sólida y confiable.
Gracias a esa visión temprana, hoy México es un gigante en la industria de autopartes. En 2024, la producción nacional superó los 121,600 millones de dólares. Mucho de ese éxito tiene raíces en una planta que, aunque breve, dejó una huella profunda.
En este sentido, Ford no solo trajo los primeros autos al país en 1925. También sembró el futuro de una industria que hoy es pilar de la economía nacional.
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