Por Saraí Cervantes/Mireya Peralvillo
Problemas como capacidad portuaria, altos costos, vandalización y monopolio de servicios son sólo algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las empresas armadoras de automóviles cuando buscan importar o exportar vehículos en nuestro país. Hasta ahora no hay firma automotriz que no los haya padecido.
Para los actores de la industria las barreras que enfrenta la logística de la industria automotriz en los puertos nacionales, es preocupante y requiere de atención tanto del sector privado como de las autoridades locales y federales.
La preocupación de algunos tiene fundamento en que nuestro país es la séptima potencia armadora de vehículos a nivel mundial y cuarto exportador en el mundo, por lo que urgen resolver esos “cuellos de botella”.
Daños por corrosión
Nancy Arroyo, gerente de tráfico de Suzuki Motor de México, indicó que la falta de Terminales Especializadas de Automóviles (Teas) en los puertos mexicanos es un freno para las actividades de la marca, ya que esta situación provoca mayores tiempos de carga y descarga, alza en los costos logísticos que pueden ir desde del 20% y daños menores en los vehículos. Actualmente la marca importa entre 600 y 800 unidades al mes en el Puerto de Veracruz, mientras que en Lázaro Cárdenas ingresan mil 800 unidades provenientes de Tailandia, Japón, Hungría e Indonesia.
“Por falta de infraestructura los barcos tienen que atracar en patios cercanos a silos que contienen materiales volátiles, los cuales generan corrosión al combinarse con ambiente salino y la humedad del puerto. Esto provoca que la pintura de los vehículos se corroa o que tengan daños menores. Para Suzuki alrededor de 300 unidades al año sufren algún incidente relacionado a temas de traslado para sacar esos vehículos del puerto”, detalló.
Inseguridad y vandalismo
Para otras firmas como Honda de México otro problema que las aqueja es la inseguridad y el vandalismo que rodean los puertos, debido a la poca presencia policial, la falta o nula infraestructura carretera y de conexión del ferrocarril a los puertos.
“Hemos tenido que colocar alambrón dentro de las plataformas para evitar que los delincuentes tengan acceso a los carros del ferrocarril; también hemos desconectado la batería de los vehículos, es preferible que te roben la batería y los arneses a que se lleven la unidad completa”, indicó Manuel Betancourt supervisor de logística de Honda de México.
Altos costos
Para algunas armadoras y operadores logísticos parte de los desafíos que enfrentan las empresas automotrices es el monopolio de algunos de los servicios que se ofrecen en los puertos, lo que eleva los costos y provoca a su vez que los precios al público final se encarezcan.
“Actualmente las navieras monopolizan las rutas y los servicios, lo que reduce las opciones para los importadores y exportadores del sector automotriz. Las armadoras terminan pagando los costos que las empresas navieras establecen”, sostuvo Yael Gutiérrez, directora de Comercio Exterior en Sgs México.
Para la gerente de tráfico de Suzuki Motor de México, el hecho de que haya una sola Tea en todo el país, provoca que las armadora acepten y paguen “tarifas altas” porque no hay otro competidor que ofrezca ese servicio, “no tenemos otras opciones, más que el ferrocarril, pero si lo secuestran, nos complica los envíos”, dijo.
Los avances
Algunos de los planes para mejorar la infraestructura de los puertos nacionales es la inversión, lo que permite incrementar la capacidad estática y dinámica, y para que haya espacios específicos para la descarga de automóviles.
“Stevedoring Services of America (Ssa) México hace un año invirtió 5O millones de dólares para operar la única Tea que hay en nuestro país. Esta terminal tiene dos posiciones de atraque para descargar automóviles en el puerto de Lázaro Cárdenas. En algunos casos las armadoras esperaban horas, o incluso días, para descargar los autos, ahora el tiempo es de 10 minutos”, dijo Manuel Fernández Pérez, director general de la empresa.
Indicó que la capacidad estática de la Tea de Ssa México, subsidiaria de Grupo Carrix, uno de los operadores portuarios de capital privado más grandes del mundo y que ostenta el 70% de la participación del mercado de traslado de automóviles en nuestro país, es de 15 mil unidades y una capacidad dinámica de medio millón de unidades.
Veracruz
En el caso del puerto de Veracruz el gobierno federal anunció su ampliación desde 2013 y se espera que concluya en 2025. Este proyecto prevé construir 30 puntos de atraque nuevos, lo que permitirá la entrada de buques de mayor calado y carga, duplicando de esa manera la capacidad actual del puerto, pasando de 22 millones de toneladas anuales de diferentes productos a 66 millones de toneladas.
“En noviembre esperamos tener funcionando el Park Garage en el puerto de Veracruz, en el cual canalizamos una inversión de 50 millones de dólares para aumentar la capacidad estática (que es de 22 mil vehículos) y dinámica del puerto (que es de un millón al año)”, dijo Antonio Zepeda Torres, director Comercial de Grupo Csi, empresa que se dedica al manejo de vehículos nuevos.
No obstante agregó que el gobierno también debe de canalizar inversiones para que exista una mayor capacidad para movilizar los autos por los puertos del Pacífico Mexicano, como en Mazatlán (Sinaloa), donde el sector tiene una alta actividad de exportación hacia China y Corea.