La Oficina Espacial y Aeronáutica Nacional (NASA) y la Empresa Goodyear Tire & Rubber Company, fueron reconocidos con el Premio R&D (Investigación y Desarrollo) 100 por haber desarrollado una llanta sin aire, capaz de transportar vehículos pesados y de largo alcance sobre la superficie de cuerpos celestes como la luna o Marte.
La llanta, desarrollada el año pasado, está construida a partir de 800 resortes de soporte de carga y fue diseñada para soportar vehículos pesados en distancias mayores que al neumático de malla de alambre (a la cual también contribuyó Goodyear), utilizada anteriormente en el Vehículo Itinerante Apolo Lunar (LVR, por sus siglas en inglés). La nueva llanta permitirá una mayor exploración y el eventual desarrollo y mantenimiento de estaciones espaciales. Es posible que también tenga aplicaciones en la Tierra.
De acuerdo a Vivake Asnani, el principal investigador del proyecto de la NASA en el Centro de Investigación Glenn, en Cleveland, la llanta que fue objeto de reconocimiento en los Premios R&D 100 atravesó un cambio significativo en las exigencias que requerían innovación.
“Debido a los requerimientos de mayor carga y vida, era necesario realizar un cambio fundamental a la llanta original destinada a la luna”, afirmó Asnani. “Lo que el Equipo Goodyear-NASA desarrolló fue una red de trabajo innovadora, pero simple, de mecanismos entretejidos que desempeñan la función. En retrospectiva el diseño de la llanta parece casi obvio, como sucede con la mayoría de los buenos inventos”.
La “Spring Tire” se instaló el año pasado en el vehículo de prueba de la NASA “Lunar Electric Rover”, y fue puesta a prueba en el “Rock Yard” del Centro Espacial Johnson de la NASA, donde se desempeñó exitosamente.
“Esta llanta es extremadamente duradera y eficiente en uso de energía”, destacó Jim Benzing, líder del proyecto por parte de Goodyear. “El diseño del mecanismo se envuelve en la superficie sobre la cual es conducido para generar tracción. Pero toda la energía que deforma la llanta retorna cuando los espirales rebotan. No genera calor como una llanta normal”.
De acuerdo con ingenieros de Goodyear, el desarrollo de las llantas originales utilizadas en la misión lunar Apolo, así como el de la innovadora “Spring Tire”, se condujo a partir del hecho de que el caucho tradicional, usado para las llantas neumáticas en la Tierra, tendría una pobre utilidad en la luna.
Esto se debe a que las propiedades del caucho suelen variar significativamente entre temperaturas extremas (altas y bajas), experimentadas en las áreas de la luna de sombra y las directamente iluminadas por el sol. Adicionalmente, la radiación solar no filtrada deteriora el caucho y las llantas neumáticas corren el riesgo de deflación.
De acuerdo a Asnani, la “Spring Tire” no tiene un sólo punto de falla. Lo que esto significa, sostuvo el investigador, “Un fuerte golpe que usualmente terminaría por pinchar y desinflar la llanta, estaría impactando únicamente uno de los 800 resortes de soporte de carga. Junto con esta poderosa característica, la llanta posee una combinación de dureza y de flexibilidad que permite que los vehículos todo terreno se muevan rápidamente sobre superficies agrestes, con poca movilidad trasferida al vehículo”.