Ante la baja del mercado de la rectificación, y el aumento de los cambios de cabezas en los motores, los especialistas de la reparación en la materia buscan profesionalizarse y adquirir equipos de vanguardia para seguir vigentes y no perder clientes.
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Sonia Vázquez/Rosaura García
Jorge Flores García, gerente de ventas de Refaccionaria Mario García, aseguró que la rectificación de motores ofrece un panorama alentador, ya que si bien este nicho no ha crecido, el rectificado de cabezas ha ido tomando mayor auge, sobre todo en motores complejos.
Este cambio, indicó, se dan por dos factores principales: falta de movimiento de unidades nuevas, lo que fomenta el mantener el motor en excelentes condiciones; en este segundo punto, apunta, resulta de gran interés para los clientes, ya que la posibilidad de reparar su unidad es mayor, en contraste con una agencia donde el precio casi se duplica.
Desde el punto de vista de Luis Maurilio Sánchez, gerente de Rectificación, el ajuste en los motores se ha estancado; no obstante, advirtió, el cambio de cabezas y la reparación en motores más pequeños está cobrando mayor fuerza.
Refirió así que mientras algunos talleres se han preocupado por reestructurar su negocio, otros todavía son renuentes al cambio.
Por ello, precisó, la apuesta de hoy es invertir en la rectificación de cabezas. “Es una oportunidad que no sólo requiere dar un buen servicio a los clientes, sino tener el equipo adecuado para rectificar la unidad; de lo contrario, puede ser afectada y nuestra imagen a los clientes”, señaló
“Invertir en un taller podría requerir la suma de hasta un millón y medio de pesos, pero las reparaciones actuales pueden ser más económicas, teniendo en cuenta que existe una mayor producción de componentes para motores y las piezas se han abaratado”, comentó Maurilio Sánchez.
Profesionalización
Por su parte, David Ortiz Pérez, presidente de la Rama 99 de Rectificadores y Reconstructores de Motores de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (Canacintra), señaló que el negocio de la rectificación ha caído hasta en 40 por ciento, debido a que las nuevas tecnologías de los motores pueden alcanzar los 100 mil kilómetros sin ningún problema con los mantenimientos normales del automóvil.
Asimismo, dijo, otro problema es que debido a la poca información, la mayoría de las personas prefiere cambiar el motor que hacer una rectificación.
Por esta razón, expresó, a Rama 99 busca encaminar a los rectificadores a la profesionalización, con la finalidad de que como en cualquier otra profesión también estén al tanto de las nuevas tecnologías.
Así también, con el objetivo de estar a la vanguardia, Alfonso Baca Martínez, administrador y director de la empresa Técnicos en Rectificadoras Automotrices Sunnen, definió que ante las nuevas demandas del mercado, la compañía persigue entregar herramientas con más precisión, que al final es lo que requieren los motores modernos.
“Si antes hacíamos tolerancias de milésimas, ahora son de diezmilésimas; esto demanda otros niveles de tecnología y adecuación en las reparaciones, tan sólo las máquinas que el mercado necesita valen 10 o 15 veces más de lo que costaban hace algunos años, por eso salen del rango de mercado porque no hay quien las compre”, apuntó.
Problemáticas
Tarek Israel Sandoval, gerente general de Rectificaciones y Refacciones SASAN, compañía que ofrece atención en reconstrucción y remanufactura de motores a diesel y gasolina, comentó que una de las dificultades en la reparación de motores es encontrar las refacciones y, en otros casos, la estructura de fabricación del motor imposibilita su reparación.
Ante este reto, manifestó, la única arma para enfrentar el trabajo es con información. “De nada sirve la mejor maquina si no sabes cómo usarla correctamente”.
Finalmente, Ricardo García Cortés, técnico del Taller de Rectificación Automotriz, coincidió en que el movimiento de rectificación de motores se contrajo, en contraste con la reparación de cabezas.
Parte de las problemáticas del mercado, señaló, es la construcción de motores a base de aluminio que requieren otro tipo de maquinaria, dificultando su diagnóstico y reparación.
“Generalmente, la demanda de los rectificadores es contar con refacciones de calidad y que los fabricantes mejoren sus estándares en la materia. Nosotros como reparadores, compramos refacciones, realizamos nuestro trabajo y somos los que damos la cara con el cliente”, concluyó.