Rectificación. Escasez de profesionales

Los especialistas se hacen mayores y no hay jóvenes capacitados para tomar la estafeta

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La pandemia aceleró algunos procesos, la digitalización y el uso de tecnología, pero también destapó algunos problemas especialmente en las áreas de personal en los talleres de rectificación, hay escasez de personal capacitado, los rectificadores “se hacen viejos” y no hay jóvenes que los suplan en este trabajo.

A diferencia de las carreras de mecánico o técnico automotriz, la rectificación requiere conocimiento más especializado en geometría, precisión de milésimas, sin embargo, no existe una escuela como tal.

¿ESCUELA O HERENCIA?

Hace doce años, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) intentó impartir la carrera técnica de rectificación; sin embargo, la falta de atención de los alumnos desanimaron a los primeros capacitadores como Claudio Alfonso Pego Alvarado, fundador de Rectificadora Pego, quien recordó que en el 2015 el Conalep compró muy buena maquinaria y los invitó a dar clases, incluso dieron clases sin cobrar, pero “los jóvenes no ponían atención y no prosperó”, dijo. “Para ser rectificador te tiene que gustar y tener pasión tu trabajo, aprender de milésimas”, si no será muy complicado el trabajo.

En este contexto, la escuela de mecánica, CEDVA considera que la carrera de rectificador no es tan redituable, pues los nuevos motores no se pueden rectificar, no obstante, sus egresados, ya sean técnicos o ingenieros, tienen el conocimiento para dedicarse a esta rama de la reparación.

Jorge Contreras, presidente y fundador de Grupo CEDVA, explicó a Alianza Automotriz, que en la carrera de ingeniería automotriz dan materias de maquinado, además los “que venden las herramientas para rectificar dan capacitación al operario y si una escuela quisiera impartir un curso de rectificadores tendía que tener todas esas máquinas y es maquinaria costosa, no sería redituable para una escuela”.

A pesar de no contar con la carrera de rectificado como tal, los egresados de grupo CEDVA salen con conocimiento sobre el uso de aparatos de comprobación y medición de carátulas, profundidad de interiores, etc.

OPERADORES “VIEJOS”

Actualmente, los rectificadores pasan por un momento complicado, pues el personal capacitado se está retirando y no hay nuevos rectificadores que cubran la demanda.

“No tenemos personal capacitado para sustituir a los operadores y desafortunadamente hay muchos de ellos que no comparten su conocimiento”, dijo Luis Maurilio Sánchez, dueño de Lumasachi rectificaciones.

El rectificador explicó que a veces encuentran egresados de la carrera de máquinas y herramientas, que es lo más parecido a la carrera de rectificación, pero “para el rectificado se necesita técnicos que sepan de metrología y luego capacitarlos en el manejo de las máquinas de rectificación. Si el dueño del taller está capacitado, él puede transmitir este conocimiento, pero en muchos casos no es así y es complicado tener nuevos operadores”.

Esta situación se vive en prácticamente todo el país, Armando Para González, de Rectificaciones Valderrama de Casa Grande, Chihuahua, explicó que el personal para las rectificadoras es escaso, pues requiere mucha disciplina, trabajos precisos y los jóvenes no quieren comprometerse con este tipo de trabajos. “Lo único que nos queda es transmitir ese conocimiento a la gente que conozcas y que quiera capacitarse, lamentablemente no quieren capacitarse y no duran”, afirmó.

Una situación similar encontró Sergio David Bastos Castillo, propietario de Bastos Rectificaciones de Mérida, Yucatán, que ha visto algunos problemas “porque la juventud no ve este oficio (rectificador) como algo para salir adelante”, por lo que pidió a las escuelas o centros de capacitación incluir la preparación técnica, dar clases sobre herramientas de medición y procesos de rectificado.

“Falta acercarse a los jóvenes que quieran trabajar en los talleres, hay que tener paciencia con los jóvenes”, aclaró Salvador Tienda, técnico en máquinas industriales.

Ante la falta de escuelas, Winona Van Norman en conjunto con Lumasachi Rectificaciones alista una serie de capacitaciones y entrenamiento para la Ciudad de México, además de las capacitaciones que ofrece la Asociación de Rectificadores y Reconstructores Automotrices (ARRA) “son un pequeño escaparate para capacitarnos en nuevas tecnologías”, refirió Luis Maurilio Sánchez.

La rectificación es una rama de la reparación que requiere procesos muy exactos por lo que la capacitación como la que ofrece ARRA es una alternativa para crear una nueva generación de colaboradores.

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