Durante su participación en la Primera Convención de Mujeres ARIDRA, Virginia Olalde, Directora de Comercio Exterior y Estudios Económicos de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), analizó los principales retos que enfrentan las mujeres para acceder a los puestos de liderazgo.
La participación femenina en la alta dirección ha demostrado tener beneficios tangibles, desde una mayor rentabilidad hasta un enfoque más sostenible en la gestión corporativa.
La inclusión de la mujer en los procesos de toma de decisiones ya no es solo una cuestión de equidad, sino una estrategia probada para mejorar la rentabilidad y el desempeño financiero, refirió la directiva.
En su exposición ante decenas de directivas de ARIDRA dio a conocer los resultados de un estudio realizado por McKenzie y Peterson Institute, quien reveló que las empresas que tienen mujeres en puestos de alta dirección, las compañías aumentan hasta un 25% en comparación con aquellas menos diversas. La inclusión de mujeres en cargos de decisión también mejora la toma de decisiones estratégicas, como indica un informe de la Universidad de Canadá, que afirma que los equipos diversos toman mejores decisiones en un 87% de los casos.
En su estudio reveló que las mujeres líderes suelen ser más observadoras al considerar más factores, evaluar riesgos con mayor precisión y desarrollar un pensamiento a largo plazo, lo cual es esencial en un entorno empresarial competitivo y cambiante.
Las empresas que incluyen a mujeres en sus equipos de liderazgo son más propensas a fomentar un ambiente de colaboración, creatividad y apertura a nuevas ideas. Estos son elementos esenciales para mantenerse a la vanguardia de una industria que constantemente evoluciona.
En la charla con las directivas de ARIDRA puntualizó que el 80% de las decisiones de compra globales son tomadas por mujeres, lo que convierte a su liderazgo en una ventaja estratégica a la hora de entender y conectar con los consumidores.
A pesar de estos beneficios en las empresas, las mujeres siguen enfrentando obstáculos significativos para llegar y mantenerse en la alta dirección. Según un estudio de KPMG, las principales barreras que enfrentan incluyen discriminación, estereotipos, sesgos inconscientes y microagresiones, que afectan el acceso a promociones y posiciones de liderazgo.
Para superar estos desafíos y fomentar una mayor participación femenina en la toma de decisiones, las mujeres en la industria automotriz están creando redes de apoyo, como el Comité de Mujeres ARIDRA y la Red de Mujeres del Autotransporte.
La colaboración entre mujeres como la que existe en ARIDRA en estos espacios es crucial para derribar barreras y ofrecer a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para ascender en sus carreras, afirmó.