Desde 2016, la familia Black Badge de Rolls-Royce ofreció una versión distinta del lujo: menos tradicional, más desafiante. Pensada para quienes buscan algo más que elegancia clásica, esta línea reúne fuerza, diseño e innovación en una propuesta que se aleja de lo convencional.
El nuevo capítulo de esta historia ya está en México con la llegada del Black Badge Cullinan Series II, una evolución que mantiene la esencia del modelo original, pero con ajustes que refuerzan su presencia y sofisticación. Su diseño robusto conserva las líneas del SUV de lujo, pero introduce detalles pensados para subrayar su carácter oscuro. Las manijas, que antes eran plateadas, ahora se presentan en negro, armonizando con el resto de los acabados. La icónica parrilla Pantheon está iluminada, y el modelo incorpora nuevas ruedas de 23 pulgadas, las más grandes que se han diseñado para un Black Badge.
Motorización
Bajo el cofre, este vehículo está equipado con un motor V12 biturbo de 6.75 litros, capaz de entregar 592 HP. La transmisión automática de ocho velocidades y la dirección en las cuatro ruedas se ajustan de manera precisa para ofrecer una experiencia de manejo envolvente. A pesar de su potencia, no pierde el enfoque en la comodidad: mantiene el distintivo sistema de suspensión que Rolls-Royce denomina Magic Carpet Ride, que permite que el vehículo se desplace con suavidad, como si flotara sobre el camino.
Más comodidad
El interior también recibe actualizaciones. Los asientos Duality Twill están confeccionados con un tejido de bambú y un diseño geométrico que evoca las cuerdas trenzadas de los yates. Cada patrón utiliza más de 11 millas de hilo. Por su parte, el tradicional compartimento con reloj —conocido como Clock Cabinet— fue rediseñado. Ahora muestra una figura iluminada del Spirit of Ecstasy junto a un reloj analógico, mezclando tecnología y artesanía en un solo espacio.
Este nuevo vehículo ya está disponible en México. Representa una alternativa para quienes buscan una versión más audaz y contemporánea del lujo, sin renunciar al confort ni a la potencia característica de Rolls-Royce.
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