Sus 35 años de experiencia en Andellac, destacan su trayectoria y compromiso por quienes integran la industria automotriz mexicana.
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En 40 años de existencia, ¿cuál considera que ha sido la aportación principal de Andellac?
Reunir a los llanteros del país y, con ello, lograr la unificación de criterios en cuanto a otorgar al público en general un buen servicio a precios razonables, así como adoptar llantas de marcas reconocidas que ostentan la Norma Oficial Mexicana, que significa garantía de calidad y eficiencia.
¿Cuál ha sido el momento más crucial para Andellac?
Han sido dos: el 5 de septiembre de 1985, fecha que inauguramos el Instituto de Capacitación Andellac; y 1996, periodo un tanto complicado, en el cual estuvimos a punto de cerrar, cosa que no ocurrió, gracias al respaldo de varios ex presidentes.
¿Cuáles son las fortalezas de la asociación y los beneficios para sus miembros?
La fortaleza son los distribuidores de llantas y los renovadores, así como todos y cada uno de los ex presidentes que han colaborado con este organismo.
Los beneficios son muchos, entre ellos, un directorio completo de todos nuestros asociados, nuestra revista que editamos desde hace 25 años, y ofrecer cursos de capacitación técnica y de servicios. También, realizamos anualmente el Expo Congreso, que se ha convertido en el evento más importante de los llanteros en América Latina.
De su experiencia en el mercado, ¿cuál define como la etapa más importante para la industria llantera en el país?
Es la que vivimos actualmente, debido a la globalización que está transformando el mercado. Por ello, las inversiones que se han realizado por parte de las compañías llanteras establecidas en el país.
¿A dónde se encamina la industria de neumáticos?
Sin duda, el mercado se volverá en muy poco tiempo en distribuidor multimarca, además de ofrecer productos de alta tecnología.
¿Qué nos puede platicar de este 40 aniversario?
En este festejo, el principal evento será nuestra Convención que se realizará del 3 al 5 de octubre en el Hotel Moon Palace de Cancún, Quintana Roo, donde contaremos con muchas sorpresas.
¿Cuál es su sentir al ser considerado una leyenda dentro de este sector?
Agradezco su perspectiva de ser una leyenda, pero siempre he considerado un privilegio que el sector llantero me haya dado la oportunidad de servirlo durante todos estos hermosos años.
¿Cuál es la aportación de Rubén Albarrán en 35 años de labor?
Ha sido mi trabajo, haber logrado construir un equipo responsable en la asociación, del cual estoy muy orgulloso de su desempeño y del servicio que se da a los llanteros.
¿Cuál es la más grande satisfacción laboral que ha tenido con la asociación?
Permanecer activo con alegría y disposición hacia las labores que representan mantener una asociación económicamente fuerte y cada día más importante, gracias al esfuerzo del equipo de trabajo y la guía de todos los ex presidentes.
¿Qué nos puede compartir de su vida?
Tengo 77 años, dos hijos exitosos, una dama psicóloga (yo soy su principal paciente) y un hijo roquero, del cual me siento sumamente orgulloso.
¿Qué es lo que más disfruta?
Jugar golf, leer, escuchar música y, cuando puedo, pasear con mi perro.
¿A dónde le gusta viajar o lugares frecuentar?
Por mi trabajo viajo a diferentes partes de la República y el extranjero, cada lugar me da satisfacción, emociones y experiencia.
¿Gastronomía?
Como poco, pero me encanta el salmón, el buen vino y, sobre todo, una buena compañía.
¿Música?
Definitivamente la música de Café Tacuba.
¿Qué nos puede compartir de su familia?
Somos muy unidos y procuramos juntarnos para comer y comentar todo lo que nos acontece en la vida.
¿Cuál es su mayor satisfacción personal?
Haber logrado llegar a 35 años de labor continua en Andellac.
¿Cuál es el legado de Rubén Albarrán?
El legado que dejo es un equipo de trabajo que está perfectamente entrenado y capacitado para laborar en pro de Andellac, además de la satisfacción de haber colaborado para fortalecer la industria llantera en el país, con mi participación desinteresada en la búsqueda de soluciones a problemas.
Para querer esta industria, hay que ser llantero toda la vida, y mi legado es amor y admiración por quienes integran esta industria y los hombres que ayudaron a construirla.
¿Filosofía en la vida?
El que no vive para servir, no sirve para vivir.