Durante el pasado enero las armadoras Ford y General Motors recuperaron parte del terreno perdido en ventas en Estados Unidos, esto gracias al impulso de una economía más fuerte y a la decisión de Toyota por frenar la comercialización de ocho de sus modelos a causa de los aceleradores defectuosos.
Para Ford las ventas totales se incrementaron 25 por ciento en enero, mientras que las de General Motors crecieron 14 por ciento.
Analistas estiman que de continuar esta tendencia, las ventas totales sumarían un 10.4 millones de unidades, comparadas con los 9.6 millones de entregas en el mismo mes de 2009, el nivel más bajo registrado desde 1982.
Asimismo, la creciento demanda de automotores de bajo consumo de combustible podría contribuir a la recuperación del sector.