El proceso de rectificado utiliza una herramienta de abrasión (muela o piedra) y se lleva a cabo con una máquina llamada rectificadora.
Suele utilizarse en la etapa final de fabricación, tras el torneado o fresado, para mejorar la tolerancia dimensional y el acabado superficial del producto con cualquier tipo de piedra que utilicemos después de instalarlas, centrar y balancear.
Para hacer el rectificado por abrasión se recomienda seguir un procedimiento específico, esto es de vital importancia.
El rectificado de piedras o segmentos se debe realizar con un diamante, el cual nos debe permitir realizar un desbaste de piedra para que todos los segmentos tengan la misma altura.
El rectificado de la piedra o segmentos se debe de realizar con 6 grados de inclinación por lo general, las máquinas cuentan con un dispositivo porta diamante para realizar dicho proceso.
Si este paso se realiza de una forma adecuada, el proceso de cepillado o rectificado de superficies será óptimo de otra manera los resultados y tiempos de rectificado se alargan, además no darán los parámetros de rugosidad que se solicitan en las especificaciones.
Por último, se realizará el balanceo de plato con piedra o segmentos, según sea el caso, para evitar la vibración.