Para la próxima década de espera que más de la mitad de los vehículos sean eléctricos, para lograr esta meta es necesario contar con infraestructura de recarga, carreteras adecuadas y por supuesto tener un inventario de repuestos para este segmento robusto, afirmó Bill Hanvey, presidente de AutoCare.
Durante su participación en el II Congreso Mexicano de Repuestos Automotrices, el directivo analizó el crecimiento de los autos eléctricos en Estados Unidos y su repercusión en México, pues dijo, “todos los caminos llevan a México”, desde la instalación de líneas de producción de vehículos e incluso autopartes, pues los fabricantes extranjeros quieren reducir la distancia física con las fábricas de sus proveedores.
“Los costos de fletes están aumentando, todos buscan la diversificación de la cadena de suministro”, indicó el directivo.
“Un factor muy importante que sólo atañe al mercado mexicano es la llegada de autos chinos”, puntualizó, ya que los fabricantes llegaron con servicios diferenciados como servicios de combustible inteligente, estacionamiento inteligente, asistencia de viajes, servicios de entrega y servicios de postventa”. Precisamente en este punto es donde los fabricantes mexicanos tienen oportunidad, pues el mercado requerirá piezas específicas para reparar estos autos.
Cabe resaltar que la producción de vehículos en México ya está a niveles de prepandemia, mientras que el mercado de refacciones movió unos 116 millones de dólares en productos de importación, “Aquí existe un mercado muy robusto para poder fabricar repuestos en México”.
“El gran reto del mercado mexicano es reducir costos, diversificar la cadena de suministro para que el consumidor mexicano reciba sus refacciones cuando lo requiera y no tenga que esperar, afirmó Bill Hanvey.