Toyota destacó la importancia de su estrategia de descarbonización.
De hecho, desde 2003 ha impulsado la cultura de reciclaje automotriz, diseñando una fácil manera de ensamblaje y desarmado que permite reutilizar el 99% de los materiales de sus vehículos.
Esta actividad es un pilar relevante dentro de su Reto Medioambiental 2050.
En su desafío número 5, Toyota quiere promover una sociedad y sistemas basados en el reciclaje. Una de las propuestas es tener un sistema de recolección y reutilización de baterías a nivel mundial. Y su primer objetivo es poner en marcha 30 instalaciones para el tratamiento y reciclaje de vehículos fuera de uso en 2030.
Otro ejemplo es que, desde 2019, Toyota Motor Norteamérica (TMNA) amplió su programa de reciclaje de baterías en Estados Unidos agregando las de litio. Las que reciben para reciclaje se reacondicionan o se desarman para que los componentes como las celdas, carcasa, cableado y plástico, sean utilizados para fabricar baterías nuevas.
En la vida útil de un automóvil grande, existen alrededor de 30 mil partes y el 99% del total puede ser reciclado.
Para ayudar en este proceso, la armadora crea Toyota Metal, ubicada en la prefectura de Aichi, en Japón. Es la única compañía recicladora administrada por un fabricante automotriz y alcanza a recuperar 400 toneladas de recursos de autos al final de cada día de trabajo en planta, lo que equivale en peso a 10 aviones de tamaño promedio.
Hoy en día, Toyota Metal no solo recicla automóviles, también bolsas de aire y sistemas de aire acondicionado, además de lavadoras, motocicletas, botes y residuos industriales, todo en pro del medioambiente, como lo dice su slogan: “Reciclando un regalo para el futuro”.