El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió a recalcar su intención de imponer el 25% de aranceles a los productos de México y Canadá. Aseguró que los aranceles darían inicio el 2 de abril. Sin embargo, mencionó también que no será a todos los productos, pero sí a la gran mayoría.
Cabe mencionar que el 2025 inició de manera “agitada” por las amenazas arancelarias del estadounidense, donde el gobierno de Claudia Sheinbaum respondió con “a un arancel impuesto, vendrá otro en respuesta (por parte de México a Estados Unidos)”. Desde ese momento, las tensiones económicas entre los tres países aumentaron, hasta que Donald Trump señaló, a principios de febrero, que daría hasta el 4 de marzo para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, tras lograr acuerdos en los problemas fronterizos, parecía que México podía respirar tranquilo (hasta ahora).
Esta incertidumbre económica afecta de manera considerable al sector automotriz, ya que más del 80% de vehículos ligeros producidos en México son exportados a Estados Unidos.
Además, México es el principal proveedor de autopartes de Estados Unidos, por lo que la imposición de aranceles sería un grave golpe a la economía mexicana y estadounidense.
Postura de la industria automotriz
En semanas pasadas, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció la creación del Plan México, una estrategia para apoyar la proveeduría local. Esta iniciativa fue respaldada por la Industria Nacional de Autopartes (INA), quienes lanzaron su Programa de Desarrollo de Proveedores, la cual tiene como objetivo impulsar a las Pymes en las cadenas de suministro para las grandes empresas.
No obstante, la preocupación sigue latente, ya que de hacerse realidad la imposición de los aranceles, la industria automotriz sufriría en mano de obra, producción, exportación e incluso en el nearshoring y la inversión extranjera. Es importante mencionar que las próximas semanas son cruciales, por ello habrá que esperar a la respuesta del gobierno mexicano.
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