Trump, ¿el freno de la industria automotriz mexicana?

La industria de México es blanco del presidente electo de EU

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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho de la industria automotriz mexicana un blanco de sus tradicionales ataques hacia lo que él considera un enemigo para la economía o la seguridad del país que gobernará por un segundo periodo a partir de enero del próximo año.

El ataque más reciente se dio apenas la semana pasada, cuando amenazó con imponer aranceles del 25% a las exportaciones de México, en caso de que el gobierno de este país no actuara en contra del narcotráfico y la inmigración, dos de los factores que el republicano ha tomado como bandera.

La advertencia no menciona directamente a la industria automotriz, pero es evidente que sería una de las más afectadas en caso de que se concrete una medida de este tipo.

Esta no es la primera amenazada hecha por Trump, ya que durante la campaña llegó a mencionar sobre los autos de México:

Les aplicaremos un arancel del 200% si es necesario”.

Si bien las amenazas y discursos proteccionistas eran lo esperado por los especialistas de la industria, el impacto de cada frase es mayor ahora que Trump es presidente electo.

En este contexto, el grupo financiero Ve por Más señaló que el presidente electo puede asumir un discurso más agresivo, menos previsible y que incluso podría condicionar la próxima revisión del T-MEC, prevista para 2026, a otros puntos de su agenda, como seguridad o migración, aunque se ve difícil que haya una cancelación definitva del tratado.

Riesgo Trump (aranceles, migración) puede afectar exportación, nueva inversión y remesas; principal mecanismo de absorción: tipo de cambio y tasa de interés”.

¿De qué tamaño es la amenaza?

La industria automotriz ha sido la más exitosa del país en los últimos años, al grado de que hoy en día representa el 4.7% del Productos Interno Bruto (PIB) nacional, al generar un millón de empleos directos y 3.5 millones indirectos.

Este éxito se ha traducido en la presencia de las armadoras más importantes del mundo en territorio mexicano, tales como General Motors, Ford, Toyota, Nissan, Stellantis, Honda o Mazda, sólo por mencionar algunas.

El año pasado pasado, México produjo casi 3 millones 780 mil vehículos ligeros, de los cuales se exportaron poco más de 3 millones 300 mil.

De estas unidades exportadas, alrededor del 80% son enviadas hacia Estados Unidos, el principal socio comercial de México, mientras que alrededor del 8% de los autos ligeros son enviados a Canadá, el otro integrante del T-MEC.

El segmento de las autopartes también juega un papel fundamental para la industria en ambos países, dada la integración existente en ambos lados de la frontera.

De acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA), las exportaciones representan el 87% de ls producción de piezas automotrices en México, con un valor estimado de 109 mil 740 millones de dólares.

En este sentido, Estados Unidos y Canadá concentran el 90.6% del total de las exportaciones de autopartes de México, país que es el principal proveedor de la nación estadounidense, con una participación del 43%.

Las cadenas de suministro del sector automotriz entre México, Estados Unidos y Canadá son un ejemplo mundial de integración económica, productiva y competitividad que vale la pena no solo mantener, sino fortalecer”, dijo recientemente la INA.

“Un tiro en el pie”

Sobre estas amenazas, la Secretaría de Economía de México señaló que, de concretarse en Estados Unidos un impuesto del 25% a las importaciones mexicanas, el primer impacto sería resentido por empresas como General Motors, Ford o Stellantis.

“Estamos hablando de empresas que son comunes en función de su integración y antigüedad, que producen un numero impresionante de vehículos y son competitivas en todo el mundo”, dijo el titular de Economía, Marcelo Ebrard.

En referencia a estos aranceles, el funcionario señaló que son “un tiro en el pie”, ya que al final provocarían afectaciones al consumidor y al empleo en Estados Unidos.

Estas tarifas, dijo, provocarían un incremento de 3 mil dólares en promedio a los precios de los vehículos, recordando que alrededor del 88% de las pickups que se venden en Estados Unidos provienen de México.

Destacó que la apuesta de México es construir una visión compartida de tener una región fuerte, competitiva y preparada, a fin de crear estabilidad regional, prosperidad compartida y competitividad frente a regiones como Asia o Europa.

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