Julio César Terán Domínguez, alumno de Ingeniería Industrial y de Sistemas (IIS) del Tec de Monterrey en Puebla, desarrolló en la armadora alemana Volkswagen un sistema para evitar fallas en la línea de producción de modelos como el Jetta o Vento y así reducir tiempos y costos de fabricación hasta en 40 por ciento.
Con este proyecto, Julio César fue seleccionado entre 250 aspirantes, como uno de los cinco practicantes más destacados de Volkswagen en el primer lustro de esta década, ya que el sistema que desarrolló podrá evitar un promedio de 500 fallas diarias que llegan a presentar los tableros durante el ensamblaje.
Para el alumno del Tec de Monterrey desarrollar el sistema le llevó un total de seis meses, tiempo en el que generó un registro para identificar los errores en la línea de producción y así tener el control de fallas que en este caso eran 2 por cada auto, en una producción de 250 unidades diarias.
“Tuve que analizar cerca de 90 partes del tablero, identificar si las fallas venían directamente del proveedor o si sólo se presentaban en sitio, así como resolver conflictos y establecer un diálogo entre el personal de producción y la empresa externa”, comentó Julio César a través de un comunicado
Fallas que pudieran parecer triviales como una marca de rayón o una perilla que requiera mayor fuerza para operar, son suficientes para parar la línea de producción. Aspectos que sustentan la necesidad de un sistema “antifallas” como lo denomina el alumno de Ingeniero Industrial y de Sistemas (IIS).
La generación del sistema requirió la aplicación de estadística y modelo de diagnóstico para generar el registro de fallas. Con este sistema, el siguiente paso es la implementación de una auditoria que involucre a proveedores y la planta de producción.
En opinión de Julio César esta experiencia fue importante para establecer los criterios que debe seguir el proveedor para no tener fallas con su producto en la planta. Por esta razón, fue necesario crear un concepto de auditoria que consista en verificar el proceso que siguen las empresas proveedoras de la planta para identificar futuras fallas y posteriormente revisar la calidad de las partes de los autos antes de que lleguen a la línea de producción.
Y recomienda a los universitarios, no sólo concentrarse en adquirir conocimientos académicos, sino vivir una experiencia internacional, desarrollar habilidades de liderazgo, resolución de conflictos e innovación, así como el aprendizaje de un segundo idioma, ya que en su caso inició estudios de alemán desde su niñez.
“Hoy día las empresas buscan profesionales competitivos, que no tengan frenos al cambio y con la disposición a encontrar soluciones que les permitan reducir costos, brindar un valor agregado y diferenciarse”, concluyó el alumno del Tec de Monterrey en Puebla.
Con información de: Investigación y Desarrollo