Vendió el grupo automovilístico DaimlerChrysler su filial estadounidense Chrysler a Cerberus

Compartir

Frankfurt, Alemania ( AFP)– Vendió el grupo automovilístico DaimlerChrysler su filial estadounidense Chrysler al fondo de inversión Cerberus por 5.500 millones de euros, operación que pone punto final a una de las mayores fusiones transatlánticas jamás realizadas.

Anunció el quinto constructor mundial la venta del 80.1 por ciento de Chrysler al fondo Cerberus por 5.500 millones de euros (7.400 millones de dólares). Daimler, que se centrará en el futuro en Alemania y en su marca Mercedes, se quedará con el 19.9 por ciento restante.

La operación debe cerrarse rápidamente, en el tercer trimestre de 2007. DaimlerChrysler convocará una asamblea general extraordinaria para cambiar su nombre a Daimler AG.

Al vender a su filial, Daimler se separa de marcas mundialmente conocidas como Chrysler, Dodge y Jeep.

Asimismo renunció a 47.000 millones de euros de volumen de negocios anual -un tercio de su actividad- y a 80.000 empleados. Pero, ante todo, se libra de una inagotable fuente de pérdidas.

Daimler-Benz se hizo con Chrysler en 1998 en una transacción presentada como una fusión entre iguales pero que era, de hecho, una compra por unos 36.000 millones de dólares. Pero Chrysler estuvo enfrentado en Estados Unidos a una feroz competencia asiática.

Pagó los platos rotos de una gama de automóviles poco adaptada a la actual realidad, con los grandes 4×4 que consumen mucho carburante, mientras los automovilistas estadounidenses prefieren ahora vehículos -como los asiáticos- que gastan menos, debido a la alza de los precios del petróleo.

Para enderezar contablemente Chrysler, los alemanes inyectaron miles de millones de euros y suprimieron decenas de miles de puestos de trabajo. Todo fue en vano, y la marca siguió operando en números rojos.

DaimlerChrysler abrió la puerta a una venta de Chrysler en febrero pasado, al anunciar que estaba estudiando “todas las alternativas” para esta empresa, cansado de las pérdidas recurrentes de su filial estadounidense.

Al abandonar Chrysler, Daimler se libra de otro gran peso: los compromisos de la marca estadounidense en materia de pensiones y jubilaciones, unos 18.000 millones de dólares que pendían sobre sus cuentas como una espada de Damocles.

Sin embargo, desde el punto de vista simbólico, la operación supone un fracaso estrepitoso. Daimler vende por una suma módica una empresa que había comprado por 36.000 millones de dólares. Además, pone fin de forma dolorosa a uno de los mayores “matrimonios” transatlánticos jamás realizado en el sector industrial, una fusión presentada con gran pompa en 1998 como una “unión celeste”.

Para Cerberus, la operación es en cambio un éxito. Con Chrysler, consigue hacerse con uno de los grandes íconos de la industria automotor de Estados Unidos. Sin embargo, le espera una dura tarea por delante.

De momento, tendrá que conservar a la cabeza de Chrysler al canadiense Tom LaSorda. Pero a éste podría unirse rápidamente el ex presidente de Volkswagen, Wolfgang Bernhard, un especialista de las reestructuraciones, que asesoró a Cerberus en la compra de Chrysler.

About Post Author

Zeen is a next generation WordPress theme. It’s powerful, beautifully designed and comes with everything you need to engage your visitors and increase conversions.

Subir