Un motor que vibra de manera inusual, ya sea en marcha o detenido, puede ser más que una simple molestia: es una señal de advertencia que podría indicar fallas mecánicas serias. Ignorar estos síntomas puede derivar en averías costosas y poner en riesgo la seguridad del vehículo.
Según especialistas de TotalEnergies, las causas más comunes detrás de estas vibraciones están relacionadas con componentes clave del sistema motriz. Una de ellas son los soportes de motor dañados, cuya función es absorber los movimientos del motor. Cuando se deterioran, el motor se desplaza más de lo normal y transmite esas vibraciones al chasis del vehículo.
Otra causa frecuente es un sistema de encendido defectuoso. Bujías en mal estado o cables dañados pueden generar combustiones irregulares, provocando pérdida de potencia y vibraciones notorias. Además, fallas en los inyectores, especialmente al estar en ralentí, pueden hacer que el motor tiemble si no están suministrando combustible de manera uniforme.
Una causa que a menudo pasa desapercibida es el bajo nivel de aceite o el uso de un lubricante inadecuado. El aceite no solo lubrica las piezas móviles, sino que también reduce la fricción y mantiene una temperatura operativa estable. Su ausencia o mala calidad puede generar fricción excesiva, sobrecalentamiento y vibraciones, afectando directamente el rendimiento y la vida útil del motor.
TotalEnergies destaca que un lubricante de calidad es clave para el buen funcionamiento del vehículo. Este debe ofrecer protección avanzada contra el desgaste, mantener la limpieza interna del motor y resistir la oxidación, garantizando así un desempeño más silencioso y estable.
Recomendaciones para evitar problemas mayores:
Verificar periódicamente el estado de los soportes del motor.
Realizar el cambio de aceite según los intervalos recomendados por el fabricante.
Usar siempre lubricantes certificados y adecuados para el tipo de motor.
Consultar con un especialista si las vibraciones persisten.
Mantener el motor en buen estado no solo mejora la experiencia de manejo, también reduce el consumo de combustible, previene reparaciones costosas y aumenta la seguridad. La prevención y el mantenimiento adecuado son aliados clave para alargar la vida útil del vehículo.