Durante la Semana del Clima en Nueva York, Volvo Cars dio a conocer que dejará de comercializar vehículos diésel para el 2030, lo que representa un plan de transformación ambiciosos.
“Estamos totalmente centrados en crear una amplia cartera de coches premium eléctricos, los cuales cumplan con todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo y que sean una parte clave de nuestra respuesta al cambio climático”, declaró Jim Rowan, Consejero Delegado de Volvo Cars.
Para lograr la producción de vehículos sustentables, el director de sostenibilidad de Volvo Cars, Anders Karrberg, proporcionó una plataforma multipartita para cumplir los lineamientos de la declaración de Glasgow sobre Vehículos de Emisión Cero, para combatir el cambio climático.
De acuerdo con lo señalado, esta plataforma permite una colaboración óptima de acciones enfocadas en alcanzar 100% de ventas mundiales y de SUV’s libres de emisiones de gas.
La decisión de eliminar por completo los motores diésel a principios de 2024 es un ejemplo de la evolución de la industria automotriz, así como la demanda de los clientes ante la crisis climática.
Hace solo cuatro años, el motor diésel era indispensable; la mayoría de los coches que fueron vendidos en el continente en 2019 llevaban un motor de este tipo, mientras que los modelos eléctricos apenas empezaban a despuntar.
La tendencia de energías verdes ha incrementado en gran medida desde entonces, impulsada por los cambios en la demanda del mercado, el endurecimiento de la normativa sobre emisiones y nuestra apuesta por la electrificación. La mayoría de las ventas en continentes como Europa son ahora de coches eléctricos, con una versión totalmente eléctrica o híbrida enchufable.