Volvo Cars anunció la firma de un importante acuerdo con la empresa sueca SSAB para el suministro de acero reciclado de alta calidad y con emisiones casi nulas. Esta colaboración será a largo plazo y tiene el objetivo de liderar la transición de la industria automotriz hacia un modelo más sostenible.
Modelo circular
Además de la adquisición de acero reciclado y con emisiones casi nulas, Volvo Cars también amplía sus objetivos de circularidad al vender los fragmentos sobrantes de acero, lo que ayuda a dar un valor más alto a los materiales y generar un sistema de circuito cerrado.
Francesca Gamboni, Directora de Cadena de Suministro y Manufactura, dijo al respecto:
“Una de las principales fuentes de emisiones de CO₂ en nuestro proceso de producción es el acero que utilizamos para fabricar nuestros vehículos, representando en promedio el 25% de todas las emisiones relacionadas con materiales en un nuevo Volvo. Nuestro objetivo es alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040, y reducir las emisiones derivadas del acero tiene un potencial significativo para lograrlo.”
Acero de alta calidad
El acero reciclado se utilizará en componentes del Volvo EX60, un SUV completamente eléctrico, así como en otros modelos que tenga la nueva arquitectura SPA3.
Cabe destacar que el acero reciclado proveniente de SSAB cuenta con los mismos estándares de seguridad, resistencia y durabilidad que el acero primario. Esto gracias al sistema de circuito cerrado que usa la empresa para reciclar piezas de acero de forma eficiente.
“El acero es un material clave para garantizar la seguridad, resistencia y durabilidad de nuestros productos, y tradicionalmente ha sido un factor importante en nuestras emisiones de carbono.Al firmar este acuerdo, damos un paso importante hacia la reducción de nuestro impacto ambiental y promovemos activamente el uso de materiales reciclados dentro de nuestra red de proveedores”.
Una meta a futuro
Con este acuerdo, Volvo Cars reafirma su compromiso con un futuro completamente eléctrico, además de conservar su ambición de alcanzar la neutralidad climática para 2040. Una de las metas de esta visión es lograr la reducción de emisiones entre un 65% y 75% por vehículo para 2030.
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