Las principales ciudades mexicanas se encuentran entre las urbes con mayores concentraciones de contaminantes en el mundo, revelan los índices internacionales de contaminación en el aire. Esto evidencia la verdadera calidad del aire que están respirando los mexicanos y que pone sistemáticamente en riesgo su salud, señaló la organización civil El Poder del Consumidor.
Así lo indica el reporte “Urban outdoor air pollution database”, publicado por la Organización Mundial de la Salud en septiembre de 2011. Este reporte indica cuáles son las concentraciones de partículas en el aire en más de mil ciudades del mundo. En el caso de las partículas menores de 2.5 micras (PM2.5), las más nocivas para la salud, las ciudades mexicanas de Mexicali, Monterrey y la Zona Metropolitana del Valle de México se ubican entre las primeras 20 ciudades con mayores concentraciones, ocupando las posiciones cuatro, 18 y 20, respectivamente, seguidas por Guadalajara en la posición 28, de un total de 565 ciudades que miden este contaminante.
En el caso de las partículas de tres a 10 micras de grosor (PM10), el reporte reúne información de mil 082 ciudades del mundo, donde las ciudades mexicanas están en el 16 por ciento más alto, con Mexicali (en el lugar 34), Tecate (el 88), Monterrey (115), Ciudad Juárez (122), Toluca (134), Tijuana (156), Salamanca (175), León (178) y el Valle de México (182).
A nivel país, México se ubica en el tercio superior, ocupando la posición 13 en concentraciones de PM2.5, de un total de 38 países, y en el lugar 31 en concentraciones de PM10, de un total de 91 países.
“Por supuesto que hay avances en el combate a la contaminación, pero la calidad del aire que respiran millones de mexicanos sigue siendo mala. La Ciudad de México, que tiene programas robustos con 20 años de trabajo y el mejor sistema de monitoreo, ha reportado en cada uno de los últimos cuatro años más de 200 días que superan los límites de las normas mexicanas, que de por sí son demasiado laxas”, señaló Gerardo Moncada, coordinador de Transporte eficiente y Calidad del aire en El Poder del Consumidor.
Y es que los reportes del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (Simat) indican que el año 2008 tuvo 211 días que rebasaron las normas mexicanas, esto mismo ocurrió en 213 días de 2009, 196 día de 2010 y 205 días de 2011, lo cual representa más de la mitad del año.
De hecho, el Ministerio de Medio Ambiente de Ontario, Canadá, comparó en 2009 los índices de contaminantes atmosféricos en las 50 principales ciudades del mundo. En este caso, de México sólo se incluyó a la Ciudad de México, la cual ocupó los primeros lugares en cada uno de los contaminantes del aire.
En ozono, fue la ciudad más contaminada al registrar una concentración por hora de 198 partículas por billón (ppb), seguida por Tokio con 173 ppb y por Hong Kong con 166 ppb.
También fue la urbe más contaminada por dióxido de nitrógeno (NO2) con 30 partes por billón (ppb), el más alto promedio anual, superando a Los Ángeles y Hong Kong. Además, se ubicó entre las ciudades más contaminadas que superan el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este contaminante, de 21 partes por billón (ppb), medida que no fue alcanzada por más de 40 de las ciudades consideradas en este estudio.
Los registros de dióxido de azufre (SO2) dejaron a la Ciudad de México, de nuevo, como la segunda ciudad más contaminada para este contaminante, registrando 6 partes por billón (ppb) detrás de Reykyavik con 8 partes por billón anualmente. La ciudad de Sydney registró la medición más baja en el año con 0.2 partículas por billón (ppb).
En el caso de monóxido de carbono, la Ciudad de México ocupó el tercer lugar al registrar 8 partículas por billón (ppb) en una hora, lo cual nos colocó dentro de las tres primeras ciudades que registran altas concentraciones de este contaminante. El primer lugar lo obtuvo Cleveland con 19 partículas por millón (ppm) seguido de Christchurch.
“Estas comparaciones demuestran lo contraproducente de la laxitud de las normas mexicanas de salud ambiental, ya que inducen a los gobiernos de las ciudades mexicanas a cumplir una meta que está muy lejos de garantizar la salud de la población y las mantiene entre las urbes más contaminadas del planeta”, advirtió Moncada.
La exposición crónica a la contaminación del aire se asocia con el incremento de problemas cardiovasculares y respiratorios como el asma; con diversos tipos de cáncer, con problemas del sistema nervioso, con nacimientos prematuros, retraso en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, síndrome de muerte temprana y mortalidad infantil.
La OMS recomienda que las concentraciones de partículas menores a 10 micras (PM10) no rebasen los 50 microgramos por metro cúbico y para el ozono recomienda 0.05 partes por millón, lo cual equivaldría en el cálculo actual del Imeca a 42 puntos de PM10 y 45 puntos de ozono.
Por ello, la asociación civil urgió a actualizar las normas de salud ambiental y estandarizar los reportes del monitoreo de la contaminación atmosférica, para que la población sepa si se encuentra en riesgo por la calidad del aire que está respirando y no se le haga creer que su salud está a salvo cuando en realidad está respirando un aire contaminado.