Tener en buen estado tu auto, garantiza su óptimo funcionamiento y prolonga su vida funcional, pero también, al procurarle mantenimiento, proteges tu vida.
Por ello, es conveniente llevar el coche a revisión para que le hagan ajustes preventivos en un centro automotriz profesional.
De acuerdo al tipo de uso del auto, ésta debe hacerse cada seis meses o cada 10 mil kilómetros, lo que suceda primero.
Y es el personal especializado, el que debe revisarlo minuciosamente y detectar cualquier falla que pudiera dañar el automóvil e incluso, poner en riesgo tu vida.
¿Qué tipo de mantenimiento hay que darle y cada cuánto?
- Programar una revisión con diagnóstico por escáner. Éste sirve para detectar si hay algún sensor dañado en el motor, como por ejemplo fallas en frenos o en el sistema ABS.
Consiste en programar el escáner de acuerdo al modelo, la marca y el tipo de motor. Con esta información se pone en marcha el automóvil y en 30 minutos se obtienen los reportes del motor. - También debe realizarse la alineación que es la corrección del ángulo camber y caster (divergencia y convergencia).
Este proceso evita el desgaste prematuro en las llantas (por dentro o por fuera de las mismas) y, en cierta forma, ahorra un poco de combustible. - Para alinear debe hacerse una rotación de las llantas cada 10 mil kilómetros o cada seis meses, lo que ocurra primero. Debe hacerse una rotación lineal, es decir, adelante-atrás y atrás-adelante.
- El balanceo se realiza llanta por llanta y previene vibraciones en el volante sobre todo al alcanzar una velocidad de 80 a 120 km /h.
El balanceo es por computadora utilizando plomos de uña larga, plomos normales y plomo adhesivo -por lo regular es para rin deportivo-.
La misma computadora indica en qué posición colocarlo y a cuántas onzas debe ir. Así se puede prevenir que la llanta salga incluso de su eje, provocando una colisión. - La lubricación o el cambio de aceite. Generalmente se manejan dos tipos, el multigrado cuya revisión debe hacerse cada cinco mil kilómetros y el aceite sintético que se hace cada 12 mil kilómetros.
El sintético es mucho más delgado y le da mayor durabilidad y rendimiento al motor. - Los amortiguadores deben revisarse antes de cambiarlos es así como se ven fallas y el desgaste.
Sin embargo, si hay derrame de líquidos es señal de que se han reventado las válvulas internas y es recomendable reemplazarlos. - Las baterías se revisan también con escáner el cual determina el estado de su carga, si siguen reteniendo carga o si el alternador está dañado.
El alternador es una parte importante del vehículo porque es el que genera la electricidad. Esta revisión debe hacerse periódicamente. - No dejar de lado los frenos, los discos, las balatas, el clutch y las bandas de distribución. Una revisión completa debe hacerse al menos cada seis meses e incluir todos estos puntos. Y si sale a carretera es preferible que lo realice 15 días antes de viajar para tener tiempo de verificar que lo dejaron en buen estado.
Recuerde que la seguridad y la de tus seres queridos está en sus manos y con el mantenimiento el auto estará en buen estado para seguir viajando.