En junio de 2007 el presidente Felipe Calderón prometió que el gobierno federal estaba decidido a convertir a México en el “nuevo país del automóvil”, esto es, “el mejor destino de inversión en el mundo para la industria automotriz”.
Calderón Hinojosa, al anunciar una inversión por 571 millones de dólares provenientes del Grupo Chrysler, destinada a la edificación de la planta armadora de vehículos en Saltillo, Coahuila, señaló que se generarían 500 empleos permanentes, más los temporales durante la construcción.
A más de año y medio de esas declaraciones, la situación de la industria automotriz a nivel mundial, y en México en particular, ha sufrido un drástico cambio. Con base en datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), 2008 registró una caída del 6.8 por ciento en la venta de vehículos nuevos en el país, por efecto de la crisis financiera global. El programa de apoyo al sector automovilístico de Nafin, contará con tres líneas de acción: la primera, ampliación de las líneas de fondeo para las financieras automotrices y armadoras por cuatro mil millones de pesos; la segunda, por otros cuatro mil millones, enfocada a los bancos, para que éstos continúen prestando a los intermediarios; y la tercera, de mil 500 millones de pesos, destinada a los distribuidores automotrices. Esta última, se ejecutará mediante el programa de garantías, mismo que ya se otorgó desde diciembre de 2008 a diversas instituciones por medio de la subasta realizada por Nafin. En este sentido, cabe señalar que a diferencia del apoyo que busca dar el gobierno de Estados Unidos a las empresas automotrices, en México se atenderá caso por caso. Sin embargo, la industria ha asumido una actitud prudente al respecto, sobre todo porque requiere más recursos que los prometidos por la institución. En cuanto al apoyo de dos mil millones de pesos que dará la SE a las industrias exportadoras del sector automotor y de autopartes, además de las maquiladoras automotrices, uno de los requisitos para recibir un crédito es asumir el compromiso de no despedir personal. Otro programa para las micro y pequeñas empresas –como refaccionarias y talleres mecánicos- es el Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas Sociales (Fonaes) que anunció un presupuesto de mil 700 millones de pesos para impulsar el empleo en este sector. Asimismo, para los emprendedores que están desarrollando nuevas empresas con el apoyo de alguna de las 400 incubadoras reconocidas por la SE, la Subsecretaría de PyMEs anunció que en este 2009 canalizará del Fondo PyME al Programa de Capital Semilla 200 millones de pesos, para impulsar la creación de nuevas empresas de tecnología intermedia y alta tecnología, como podrían ser las vinculadas con el sector automotor. |