Ante la inminente declaración de quiebra por parte de General Motors (GM), el día de ayer sus acciones en el mercado de valores de Estados Unidos descendieron 16.18 por ciento.
De acuerdo con declaraciones publicadas en The New York Times, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos guía a la empresa en los preparativos para una protección por bancarrota, que se declararía el 1 de junio, cuando expira el plazo otorgado por el presidente Barack Obama para presentar “planes viables” de reestructuración.
Hasta el momento, GM ha recibido 13 mil 400 millones de dólares de ayuda federal, sin embargo la medida se está preparando en caso de que la armadora no logre llegar a un acuerdo con los inversionistas que poseen sus bonos de deuda y con el sindicato automotor.
GM planea crear un par de empresas para reestructurar a la automotriz, una que agrupe a sus activos “buenos” y otra con los activos de menor calidad, que incluiría algunas marcas, fábricas y obligaciones contractuales y que eventualmente sería liquidada.
Por su parte, los trabajadores de GM en Canadá (CAW, por sus siglas en inglés) defendieron la rentabilidad de la firma en su país, y criticaron que amenacen con cerrar las plantas.
Mientras que en México, ni sindicatos ni autoridades dijeron cómo defenderán los 11 mil empleos directos y los 40 mil indirectos que GM genera. La automotriz cuenta en México con cuatro complejos industriales, un edificio corporativo, un centro de pruebas y otro de ingeniería. Tiene activos en Silao, Guanajuato, y en Ramos Arizpe, Coahuila.
De hecho durante el primer trimestre del año, las ventas de General Motors en México (GMM) registraron un descenso del 36.6 por ciento, al colocar en el mercado sólo 35 mil 190 unidades, 20 mil 489 vehículos menos que en el mismo periodo de 2008 cuando vendió 55 mil 679.