El arte de la restauración de los autos antiguos

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¿Alguna vez escuchaste que lo clásico nunca pasa de moda? Los coleccionistas de automóviles entienden muy bien esta frase y saben que más allá de un gusto, es una pasión. Un placer muy caro, por el que bien vale la pena esperar hasta un año (o más) debido a la falta de componentes automotrices para la reparación.

“El reto para este negocio es conseguir las piezas y que los autos conserven su valor original. Sin embargo, cada vez es más difícil porque ante la falta de inventario es preciso hacer algunas adaptaciones”, señaló Ignacio Armida, presidente de Mercedes-Benz Club México.

Explicó que las piezas del motor son de las más difíciles de conseguir, sobre todo en autos europeos. Los talleres de servicio, dijo, deben advertir que no siempre lo barato es lo mejor, lo ideal es conseguir una pieza que esté previamente ‘trabajada’ y darle seguimiento para su instalación.

A decir de Julio César Cuenca, propietario y restaurador de Cuenca Automotriz, desarmar un auto clásico de 50 u 80 años es una ardua tarea , “debes saber lo que estás haciendo, tener experiencia y eso, solo te lo da la práctica”.

El también ganador en varias ocasiones del Concurso Internacional de la Elegancia, evento realizado anualmente en el Estado de México, afirmó que el pintor, hojalatero o mecánico debe llevar la pasión por dentro para realizar el trabajo.

Coincidió que al no contar con refacciones para la restauración es necesario fabricarlas, proceso en el que llegó a invertir hasta cinco años en un solo auto.

El valor de un clásico

El costo de la restauración es difícil de calcular porque éste viene desde que se comienza a reconstruir el automóvil. Posteriormente se recomienda al propietario hacer el mantenimiento periódico, sobre todo, si no lo conduce.

“En contraste con la reparación de un vehículo actual, un clásico puede encarecer su precio hasta cuatro veces. Depende de las condiciones en que se encuentre, así como de los accesorios que el propietario quiera recuperar como emblemas, vestiduras, etcétera”, señaló Rubén Moreno Torres, gerente de Autos y responsable Técnico del Centro de Experimentación y Seguridad Vial México (CESVI).

Detalló que estribos, puertas, cofre, defensas y cajuelas son más factibles de encontrar, mientras que en piezas mecánicas lo mejor es recurrir al fabricante. Además de dominar el tema de reparación y realizar un trabajo meticuloso dentro de taller, serán la clave para lograr un buen resultado. 

Cumplir con la apreciación estética, no representa problema para el área de pintura. Esto es porque los fabricantes tienen una base de datos por código de color compuesta por año y modelo, donde la probabilidad de encontrar el tono original es del 80%.

Para Mauricio Díaz Oliveros, director general de El rincón del Clásico, negocio relativamente ‘joven’ en un mundo de autos antiguos, la empresa se ha dedicado a la restauración así como a la venta de refacciones para este tipo de servicios.

“En autos de poca producción como Ferrari escribimos a la fábrica y esperamos el tiempo necesario, en otros casos, hay piezas que ya no se consiguen ni en planta. Ejemplo de ello es un Nissan para un directivo de la armadora en Tokio, Japón donde los componentes se construyeron a mano porque no había manera de obtenerlos”, añadió.

Los propietarios están dispuestos a pagar lo que sea pero si no tienen paciencia, la espera podría mermar la afición. Aunque una pieza cueste $200 pesos si no está en existencia, el auto no queda terminado.

De esta manera, determinar el costo de un servicio es altamente complicado, puede partir de un mínimo de 10 a 12 mil dólares por automóvil y de ahí lo que se genere.

En cuestiones de seguridad, Rubén Moreno destacó la importancia de evaluar los daños por corrosión donde es preciso cambiar la lámina. Razón por la cual, el auto debe ser reconstruido y probado antes de entregarse al propietario.

“Es importante verificar que la unidad no tenga fugas y que la suspensión funcione correctamente. Debemos entender que son autos que se diseñaron para otra época y con otras prestaciones mecánicas. Como cualquier otro vehículo necesitará mantenimiento preventivo y reemplazar las llantas por lo menos cada cinco años”, detalló.

El negocio prometedor de la restauración

En México son pocos los negocios capacitados para realizar este tipo de servicio ya que su estructura requiere un trabajo más elaborado. Y aunque podría ser el equivalente a encontrar una aguja en un pajar, los talleres especialistas en autos clásicos son blanco de obtener un trabajo bien remunerado.

Sin embargo, para que sea realmente prometedor los talleres precisan de mano de obra calificada “conseguir un laminero es muy complicado, porque necesita paciencia, amor por los autos y desarrollar la necesidad de la perfección. Son artesanos profesionales que requieren de un alto nivel de especialización”, concluyó Mauricio Díaz.

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