La violencia que impera en algunos estados le pega directamente a los empresarios, incluyendo a los distribuidores automotrices, que han visto como en algunos estados la venta de vehículos nuevos ha caído por este factor.
El mercado interno viene arrastrado 28 meses de caída en las ventas y si a esto se le suma la ola de violencia que se detonó en lugares como Celaya, Morelia y recientemente en Culiacán, Sinaloa, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) ha detectado bajas en las ventas en estos sitios, consecuencia de la inseguridad.
Guillermo Rosales, director adjunto de AMDA, señaló que han detectado disminuciones por encima de la media nacional en los estados de Michoacán, Guanajuato, el sur de Veracruz y que existe una correlación entre los índices de criminalidad en estas regiones y la disminución en la venta e vehículos nuevos.
Esta situación, sumada a factores como la volatilidad en la economía, índice de confianza en el consumidor ponen al mercado interno en jaque, situación que se torna más complicada ante la intención de regularizar los autos ilegales que están en el país.