Con el objetivo de salvaguardar a su personal, clientes y comunidades en las que labora debido a la amenaza del COVID-19, Bridgestone decidió cerrar sus plantas de México y Costa Rica.
En el caso particular de sus instalaciones en Morelos las operaciones se suspenderán a partir del 26 de marzo para reabrir hasta el 11 de abril; la planta de renovado que está en Guanajuato ya cesó operaciones y abrirá hasta el 12 de abril.
Bridgestone señala que cuenta con el suministro suficiente de productos para satisfacer la demanda de sus clientes y sus centros de distribución debido a que es común hacer un paro programado para semana santa, situación que se adelantó por el coronavirus.
Es así que los servicios logísticos y almacenes seguirán operando de manera habitual con personal esencial y siguiendo todas las recomendaciones para prevenir algún contagio.
En cuanto a los cierres, Bridgestone asegura que vigilará la situación mundial y local para ajustar su estrategia de negocios y salud.