Rhiva es una compañía húngara con orígenes chinos que ha estado trabajando en un bloque eléctrico que busca revolucionar a la industria y mejorar el rendimiento de la electrficación gracias a un sistema 3 en 1.
Su sistema 3 en 1 condensa en una caja de 4.5 litros de volumen el motor eléctrico, el inversor y la caja de transmisiones que con capaces de generar hasta 228 caballos de fuerza.
Según la propia empresa, con su innovación se “establecerá el nuevo estándar para la tecnología de motores eléctricos sostenibles de alta potencia” y asegura que su sistema tiene todo para comerse el mercado: bajo coste, rendimiento mecánico, sostenibilidad, reciclabilidad y usabilidad al final de su vida útil.
Su tecnología se basa en un motor de corriente alterna asíncrono o de inducción. El rotor está formado por espiras que, al generarse un “deslizamiento” o diferencia de velocidad respecto al estator, el campo magnético de este induce una corriente eléctrica en ellas, generando un nuevo campo magnético en el rotor.
Aunque son más difíciles de controlar su rotaciones, el motor es muy potente y duradero ya que el rotor es muy robusto porque no necesita alimentación externa ni partes móviles.