Contrario a la perspectiva de caída que se pronosticaba para el cierre de 2020 derivado del COVID-19, la Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Refacciones y Accesorios para Automóviles (ARIDRA) aseguró que al cierre de 2020 la industria de refacciones sólo perdió alrededor del 5% en la comercialización de autopartes.
“A pesar de que fue un año de pandemia, tuvimos un buen año en general, el reporte de socios que tenemos es que se logró el 95% de venta comparado contra un año anterior, es decir que, se perdió sólo el 5% de lo que se había colocado un año previo en México”, aseguró Antonio López, presidente de la ARIDRA.
“Los meses más complicados fueron en abril y mayo, de ahí, vino una racha de crecimiento por ser considerados industria esencial”, enfatizó el ejecutivo.
Durante la primera junta mensual virtual del 2021, correspondiente a 2021, Antonio López confió que el presente año tendrá un buen comportamiento, debido a que con la crisis económica, el consumidor buscará tener un óptimo funcionamiento en sus vehículos más allá de pensar en adquirir un nuevo vehículo.
Con él coincidió Ramón Martínez, especialista en el sector financiero durante la conferencia central “Perspectivas económicas para México en 2021”.
Y es que Martínez aseguró que ante la caída en la venta de autos nuevos y debido a que el automóvil se ha convertido en el transporte más seguro para transitar y evitar contagios por COVID-19 , los propietarios seguirán adquiriendo refacciones y servicios, lo que seguirá impulsando las ventas de repuesto.
Para el analista, si bien 2021 ofrecerá un mejor comportamiento en la venta de autos nuevos comparado contra la caída de 28% en ventas, se verá un crecimiento en la exportación de autopartes, siendo el T-MEC un instrumento fundamental para el desarrollo.
No obstante, advirtió que la industria automotriz ya muestra escasez en la materia prima.
Se prevé un alza de precios en autos y refacciones
En este contexto, Oscar Albin, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA) refirió que los importadores no pueden competir con los incrementos en los precios de aranceles en el acero.
Adelantó que, de detonarse la infraestructura en la nueva administración del presidente electo Joe Biden en Estados Unidos, se requerirán grandes cantidades de acero para la industria de la construcción.
Esta situación podría encarecer el precio del metal y el cobre, presionando a la industria automotriz, lo que se verá reflejado en el precio de los autos y en consecuencia la baja en la demanda.
Además, no descartó que piezas como alternadores y marchas también incrementen sus precios.
Como parte de las actividades, la ARIDRA dio la bienvenida a los nuevos socios del organismo: Grupo Industrial Quezada, Mercado Libre y Auto Asur.