¡Hola amigos! Hoy hablaremos de una nueva marca en México y de su director general, quien cuenta con gran experiencia: Leopoldo Orellana, ingeniero industrial que comienza su carrera laboral en Ford Motor Company en el área de Finanzas de Ford México y Estados Unidos; después de varios años llega a la dirección de Lincoln en donde logra la introducción nuevamente de la marca Mercury.
Para Polo este proyecto lo llenó de satisfacción, ya que la reintregración de Mercury a México no fue nada fácil, hubo una labor ardua de convencimiento a Ford Estados Unidos y diferentes planteamientos y estudios de mercado, hasta llegar a las distribuidoras Lincoln que contribuyen al crecimiento de ventas y una gama de productos más amplia para el consumidor final.
Mientras tanto, Mazda pone sus ojos en México por ser un mercado en crecimiento, algunas cifras lo confirman: ventas el año pasado de alrededor de 1 millón 200 mil unidades, estamos cerca de los 10 mercados automotrices más importantes del mundo, además del Acuerdo Comercial que se firmó entre México y Japón a partir del pasado abril.
Así pues, Mazda hace un reconocimiento global a México y decide tener operaciones comerciales aquí.
Ford, dueño del 33 por ciento de las acciones de Mazda Motor Corp. y con el control administrativo de ésta, decide dar la dirección general de Mazda Motor de México a Leopoldo Orellana.
Un sueño hecho realidad
Este sueño que comenzó hace 10 meses presentándonos en el Salón Internacional de la Industria Automotriz Mexicana ahora es una realidad con la apertura de tres distribuidoras: Monterrey, Guadalajara y México, recalcó Polo Orellana.
Se espera que para finales del primer trimestre de 2006, Mazda cuente con 10 distribuidoras más en nuestro país, abarcando los estados de: Guanajuato, Puebla, Yucatán, Sonora y de México.
Uno de los objetivos de Polo es llegar a finales del próximo año con 600 unidades vendidas con las líneas de Mazda 3, con un 60 por ciento; Mazda 5, con el 25 por ciento; y el Mazda 6, con el 15 por ciento.
Mazda se caracteriza, entre entras ventajas, por la esencia de sus autos deportivos que pueden traducirse en las palabras “Zoom-Zoom”, que utilizan los niños japoneses para definir la emoción del movimiento.
Polo está feliz con este gran paso en su carrera porque que para él trabajar con los japoneses de Mazda ha sido una experiencia increíble por la forma disciplinada y ágil de laborar.
Además de sentirse realizado profesionalmente, pues Mazda le permite ser, innovar; la corporación no le pone trabas burocráticas, al contrario, lo deja trabajar para lograr los objetivos.
Más información en Alianza Automotriz 319 octubre de 2005