Alianza Automotriz: Cuatro décadas caminando juntos

Hace 40 años un medio de comunicación irrumpió con fuerza, profesionalismo y honestidad

Alianza Automotriz

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Es 1985 y México se prepara para hacer historia con un evento de talla internacional que se llevará a cabo en pocos meses: La Copa del Mundo de México 86. En las calles se siente un ambiente festivo y patriótico, sin embargo, la tragedia irrumpe a la capital y a los estados del Pacífico, un terremoto de 8.1 grados que sacude al país, destruye edificios enteros y daña la estructura de telecomunicaciones.

A pesar de este panorama sombrío, surge el verdadero milagro, la solidaridad de los mexicanos y la unidad levantan nuevamente al país.

En medio de esta tragedia, una mujer se mantuvo firme, se sacudió el polvo de la tragedia y decidió continuar con su sueño. Así salió el primer número de Alianza Automotriz, un periódico que significó esperanza y renovación para su fundadora.

En estos 40 años, la revista “rodó” a lado de las nuevas armadoras que se instalaron en el país, vio y narró la apertura comercial del sector, y estuvo presente en los momentos clave que consolidaron a la gran industria automotriz mexicana.

Sin embargo, no todo fue “miel sobre hojuelas”. También atravesó “baches” y algunos “golpes” al igual que la industria. A todos nos afectaron las crisis económicas, devaluaciones y la pandemia de COVID-19.

¿Cómo contar 40 años de historia de una industria que es el principal generador de divisas para México?, el éxito de la industria automotriz es tal que tan sólo en el 2024 la balanza comercial tuvo un superávit de 99 mil millones de dólares. Además, el país es considerado el séptimo fabricante de vehículos ligeros en el mundo, el cuarto exportador de autopartes y el quinto productor de vehículos.

Proteccionismo

Para entender el nacimiento de Alianza Automotriz es necesario recordar cómo era la industria en la década de los 80, cuando regía una fuerte política proteccionista que elevaba al máximo el costo de los autos y las refacciones.

En 1981, los aranceles a las importaciones de autopartes eran de hasta 300% su costo original. Para tratar de equilibrar la balanza comercial, el gobierno mexicano lanzó el “Decreto para la racionalización de la industria automotriz”, en el que se reguló la exportación de vehículos y autopartes, y se redujo el contenido mínimo de integración nacional en los vehículos destinados a los mercados internacionales.

Decretos

No obstante, un país no puede aislarse, por lo que en 1986, México ingresó al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y de Comercio, (General Agreement of Tariffs and Trade, GATT), lo que facilitó la importación de autopartes y le dio un breve respiro a la industria automotriz mexicana.

En una década marcada por decretos, en 1989 se buscó potenciar la venta de autos nuevos a través del “Decreto para la modernización y promoción de la industria automotriz”, con el que se autorizó la importación de unidades nuevas –por primera vez desde 1962– siempre y cuando la industria terminal mantuviera un saldo positivo en su balanza comercial.

TLCAN

Tras la estabilidad de algunos años llegó la verdadera revolución con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Este momento marcó un parteaguas en la economía y la industria automotriz nacional.

La tarifa de importación de automóviles y camiones ligeros se redujo de 20 a 10%, y se acordó eliminarla por completo a partir del año 2004. Con esto, 16% de las fracciones de autopartes sufrieron una reducción de las mismas tarifas, alcanzando un 54% en el periodo de los primeros cinco años posteriores a la firma, quedando desgravadas en su totalidad al cabo de 10 años.

La tasa arancelaria sobre las autopartes pasó de 14% en 1993 a 10% en 1994 y a 3% en 1998. Un año después, en 1995, México ingresó a la Organización Mundial de Comercio, lo que le permitió lograr una importación y exportación sana y acorde a la nueva economía mundial.

Apertura comercial

En 2003, el gobierno de Vicente Fox generó una nueva política con el “Decreto para el apoyo de la competitividad de la industria automotriz terminal y el impulso al desarrollo del mercado interno de automóviles”. Este documento fue, tal vez, el mayor impulsor para el sector, pues permitió la llegada de inversiones para la construcción o ampliación de instalaciones de producción en México.

Autorizó el registro de nuevas armadoras, siempre y cuando la inversión mínima fuera de 100 millones de dólares, lo que permitió la llegada de nuevas plantas armadoras a México, además de que las ya instaladas ampliaron su producción al expandir sus operaciones.

En 2004, Toyota instaló su primera planta en Baja California; en 2007 Honda abrió una planta en Jalisco; en 2013 Mazda llegó a Guanajuato; en 2016 Kia instaló una armadora en México y Audi se estableció en San José Chiapa, Puebla.

En 2017, tras 13 años de vigencia, en su primer periodo como presidente de Estados Unidos, Donald Trump renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, comenzando una serie de negociaciones entre México y Canadá. Un año después, el 30 de septiembre de 2018 se llegó a un acuerdo entre los tres países para firmar un nuevo tratado.

Fue así que el 1 de octubre, Enrique Peña Nieto, Presidente de México; Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, y Justin Trudeau, Primer ministro de Canadá, firmaron el nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el cual entró en vigor el 1 de julio de 2020.

Con este acuerdo, las armadoras continuaron viendo a México como un país aliado, lo que permitió que en 2019 BMW inaugurará su planta en San Luis Potosí.

Oscuridad

A finales del 2019 y durante tres años consecutivos, el mundo vivió una profunda crisis derivada por una enfermedad de alta peligrosidad. Tal fue el impacto del SARS-COV 2 (COVID-19) que se convirtió en una pandemia mundial.

Este periodo oscuro, triste y solitario, debido a las restricciones de movilidad y reuniones, provocó gran pesar en toda el mundo, por lo que el regreso a las actividades se celebró como nunca –tal y como debemos celebrar la vida: con pasión–.

Retos y oportunidades

Tras la tormenta llegó la calma y una nueva revolución comenzó en la industria automotriz mexicana con el impacto de una “avalancha china”. El gigante asiático vio en México la oportunidad de entrar al mercado de América del Norte y varias marcas comenzaron a traer sus unidades a la región.

El país también observó una oportunidad para el sector de autopartes con el llamado nearshoring o relocalización, pues ante la rotura de las cadenas de suministros durante la crisis de salud, la industria “casi” colapsó.

Alianza Automotriz: Cuatro décadas caminando juntos

Cuando parecía que el sector automotriz vivía un periodo de bonanza gracias al nuevo orden logístico, otro cisma rompió la tranquilidad.

El segundo periodo de gobierno de Donald Trump trajo políticas más agresivas. En sus primeras semanas el presidente firmó órdenes ejecutivas para imponer aranceles de hasta el 25% a las unidades fabricadas en México, asestando un fuerte golpe al sector, pues Estados Unidos es el principal importador de unidades mexicanas.

Al cierre de esta edición, los aranceles se encuentran en pausa. Sin embargo, la industria está en un periodo de tensión. Pero si conocemos nuestra historia como país y como industria sabemos que unidos podemos superar los retos que se nos presenten.

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