En 2004 la venta de vehículos al público llegó a un millón 95 mil 796 unidades, sin duda, un récord en la industria automotriz mexicana, pues no se había registrado este desplazamiento de autos durante un año, sobre todo, después de la apertura comercial generada por el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
Esta cifra es un claro ejemplo de que a pesar de las condiciones económicas en las que se encuentra el país, hubo un millón de consumidores que pudieron adquirir un auto. Esto sucedió, en primer lugar, gracias a las ventas vía financiamiento, y en un segundo plano, los autos subcompactos, los más baratos, representaron el 64.6 por ciento del total de las ventas
Pero no todo son cifras optimistas. El 2004 registró una baja en las exportaciones de 6.5 por ciento, además de un decremento en la producción total de vehículos de 2.2 por ciento. A lo anterior se agregó el aumento de las importaciones, especialmente las de origen sudamericano y asiático, las cuales, desde el 2002, han mostrado un incremento de casi el 80 por ciento.
César Flores Esquivel, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automtotriz (AMIA), explica que esto se debe a los cambios estratégicos y de desarrollo que las armadoras han implementado para México en el 2005 y el próximo 2006. Dichos planes, asiente el directivo, tienen que madurar.
Pero mientras estos planes maduran, el sector automotriz nacional se inunda de más autos importados; en México se encuentran aproximadamente 250 modelos de más de 30 marcas de automóviles, y la respuesta para todas ellas ha sido satisfactoria por parte del consumidor mexicano, lo que ocasiona que la producción interna para exportación decrezca.
En el rubro de inversión extranjera, en un periodo no mayor a cinco años el sector automotor recibirá una inversión de 8 mil millones de dólares; sin embargo, esta cifra palidece si la comparamos con los recursos que recibirá China en este mismo periodo, y que son el doble de inversión. Además, hay que tener presente que el gigante asiático crece su Producto Interno Bruto (PIB) casi un 9 por ciento anual, mientras que México alcanza 4 por ciento.
Sin duda, son buenas noticias el conseguir una venta anual de más de un millón de autos, pero Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, vende 17 millones y cada año desecha el 10 por ciento, este porcentaje forma parte del parque vehicular en nuestro territorio, ocasionando un serio desequilibrio en el mercado interno mexicano.
La industria automotriz mexicana vive un apogeo relativo en cuanto a ventas de unidades, pero no debe perderse de vista que aún nos faltan estrategias en todos los órdenes, desde una política industrial hasta una legislación que protega a este sector, evitando la importación ilegal de autos, y al mismo tiempo la creación de programas que alienten más la producción nacional.