Después de tener que interrumpir su programa de seminarios técnicos 2020 debido a la pandemia de COVID-19, la Asociación de Rectificadores y Reconstructores Automotrices (ARRA) trabaja en el desarrollo de capacitaciones en línea con el apoyo de fabricantes de componentes para motor.
En entrevista para Alianza Automotriz, Eduardo García, presidente de la ARRA, destacó que la emergencia sanitaria elevó el reto para los talleres de sumarse a nuevas plataformas tecnológicas y herramientas que les permitan estar cerca de los socios y afianzar las ofertas de capacitación digital, después de que tuvieran que cancelar las capacitaciones en sedes como Monterrey, Mérida y Guanajuato, programadas para 2020.
Para contrarrestar este problema, el organismo ha desarrollado en conjunto con Dacomsa, Mahle Aftermaket, CTP y Fraco, cursos gratuitos de capacitación para el gremio rectificador.
En este contexto, no descartó que, de mantenerse el número de contagios por coronavirus en el país, la convención que anualmente realiza la ARRA desde hace 49 años, y que estaría prevista para octubre, podría cancelarse.
“Pensábamos que, para septiembre, octubre, la economía se pudiera levantar, pero vemos que no es así. La convención anual es un foro de intercambio de opiniones, es una reunión tradicional y en familia, pero sí las circunstancias no lo permiten, no podríamos llevar a cabo ningún evento presencial, la economía que en estos momentos están resintiendo nuestros proveedores tampoco lo permite”, agregó.
De cara a los nuevos retos
Al hablar del impacto que ha tenido el coronavirus en el sector, Eduardo García, destacó que gracias a que la industria de reparación automotriz fue catalogada como esencial, les ha permitido que el golpe sea menor.
“A todos nos sorprendió y nos cambió los planes. Tuvimos de dejar de laborar a finales de marzo y principios de abril para cuidar la salud de nuestros colaboradores. Fue muy difícil adecuarnos a esa parte y replantearnos nuevas formas de trabajo”, resaltó.
Comentó que, si bien la pandemia detuvo la economía, los usuarios que tienen un vehículo ya sea particular o de negocio, también aprovecharon para reparar la falla que habían pospuesto.
“No podemos decir que no tuvimos una baja sí lo hemos tenido, pero no ha sido tan drástico. En algunos negocios sí se ha tomado la decisión de recortar una o dos plazas, pero ha sido mínimo”.
De acuerdo con Eduardo García, también director general de Cremsa Rectificación de Motores, una de las preocupaciones que comparten los socios es tener la actualización técnica, “motores 2017 y 2018 están llegando a los talleres, porque el uso de combustibles alternos ha hecho que tengan un desgaste prematuro, situación que los obliga a actualizar sus conocimientos”.
Finalmente, reiteró que ante la adversidad el siguiente paso es unir esfuerzos con los cerca de 90 socios activos y acercar a los negocios a contar con el apoyo de herramientas tanto técnicas, de superación y de administración para afianzar su presencia en el mercado.