Su nombre es sinónimo de velocidad y elegancia, su creador Ettore Bugatti bautizó a sus vehículos con su apellido. Italiano de nacimiento, Bugatti creció en el seno de una familia acomodada que le permitió estudiar arte, esa cualidad la imprimió en su primer vehículo, Type 13.
Con Europa sumida en la Primera Guerra Mundial, Bugatti dejó Italia y se trasladó a Francia donde creó el Type 35, un modelo que revolucionó al automovilismo de la época y dio origen al ADN de la marca, donde la velocidad no tiene que estar peleada con el refinamiento y buen gusto.
Sin embargo, la tragedia alcanzó a la familia Bugatti con la muerte de Jean, hijo de Ettore, y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, misma que mermó a la compañía al punto de sólo quedar el nombre.
Tras varios intentos de revivir a la marca, en 1998 Volkswagen adquiere el nombre para resucitar el ideal de Ettore, crear el auto más rápido del mundo, y vaya que lo logró con el impresionante Bugatti Veyron.
Actualmente la armadora mantiene vivo el sueño de su fundador: desarrollar los autos más veloces y elegantes como el Bugatti Chiron, Bugatti Divo y el impactante Bugatti La Voiture Noire