El sonido de la cigüeñalera, los micrómetros, los tornos y las soldaduras nos dan la bienvenida al taller de rectificación Carsa.
Los rectificadores están concentrados, reparando y dando una nueva vida a los motores. Así entre “fierros”, Carlos Sánchez, nuevo presidente de la Asociación de Rectificadores y Reconstructores Automotrices (ARRA), se enamoró de la profesión.
“Mi papá empezó hace 50 años en los repuestos automotrices, laboró en varios talleres hasta que puso su local. Yo entré a trabajar con él en 1985”, rememoró.
Suspira y reconoce que en algún momento pensó en ser piloto aviador, pues le gusta mucho la velocidad, los aviones y los autos, sin embargo, le gustó mucho el trabajo en el taller y reconoce que tiene facilidad “para meter las manos en las máquinas”.
Y efectivamente, cuando llegamos estaba soldando unas piezas con precisión y mucha concentración, el mismo empeño que le pone a su nuevo puesto como presidente de la ARRA.
“Mi papá siempre fue socio de la asociación, acudía a los seminarios y convenciones. Hace 14 años fui a una convención en Ixtapa, Zihuatanejo, allí el señor Raúl García me invitó a ser parte de la mesa directiva, lo cual me gustó mucho, Además de hacer muy buenos amigos, conocer gente, relacionarte con los proveedores y marcas, aprendes mucho en cada sesión y en cada plática”.
Es así que se involucró directamente con el organismo: “ya por tiempo me tocaba ser presidente”, dice entre risas.
Sus metas como presidente
Su rostro se pone serio cuando nos cuenta los planes que tiene para la asociación, pues reconoce que se encuentran en un momento disruptivo donde los autos eléctricos ponen en jaque a la rectificación, no obstante, considera que aprender y capacitarse les permitirá reparar también este tipo de unidades.
“Vienen motores eléctricos e híbridos, y nosotros tenemos que actualizarnos. Buscar nuevas formas de trabajar y de reparar los motores”, reflexionó.
Indicó que estar en la asociación es una forma de capacitarse y actualizarse. “Buscamos pláticas que nos ayuden a entender cómo va a ser este cambio, tenemos que involucrarnos en la electromecánica y conocer nuevas tecnologías”.
“El rectificado de motores ha cambiado en cuanto a materiales, potencia de los motores y temperatura; es la parte difícil, debes tener mucho cuidado en los materiales y tolerancias”, explicó.
En su camino ha tenido varios ejemplos a seguir, su padre es el principal, pero también algunos socios de la ARRA: “de expresidentes, en mi caso admiro mucho al señor Andrés Castillo y al señor Rubén Pego, quienes tienen varios años en el rectificado, por lo que saben mucho de rectificación y por eso me apoyo mucho en ellos”, dijo.
Como segunda generación conoce los desafíos del sector y la necesidad de evolucionar y permitir el paso a los más jóvenes
“Las ‘viejas’ generaciones creían que todo era igual, que se hacía de la misma manera, pero no es así. Ha cambiado el proceso y tenemos que evolucionar Deben dejar que los jóvenes se involucren en las decisiones de los talleres, que aporten nuevas ideas para que los negocios crezcan”.
En este 2024, el nuevo presidente tiene varios planes para la ARRA, como dos seminarios técnicos, pláticas técnicas en los talleres, cursos adicionales y visitas a plantas. En fin, es momento de evolucionar y dar el primer paso rumbo a la modernización de la asociación.
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