En tiempos de incertidumbre por la crisis económica y sanitaria que se vive actualmente, y ante las constantes caídas en las ventas de vehículos nuevos en México, el arrendamiento o leasing levanta la mano como una opción para hacerse de un auto nuevo sin desembolsar grandes cantidades de dinero.
Algunos de los beneficios que se le apuntan a este esquema financiero se encuentran la renovación constante, evitar la descapitalización y la deducción de impuestos, de acuerdo con TIP México.
Renovación: Con el cambio rápido de auto, que es posible con el arrendamiento, se logra tener menos gastos en el mantenimiento del vehículo, que a partir del tercer año se hacen cada vez más costosos.
Liquidez: Los pagos iniciales son hasta del 10% del costo del auto, por lo que se protege el bolsillo de quien adquiere un vehículo.
Menor carga fiscal: En el caso de las flotas, dentro del pago mensual por la renta se pueden incluir servicios como seguro, telemetría, mantenimiento, administración de flota y rastreo satelital, a fin de deducirlos.
Todo tipo de servicios: las opciones de arrendamiento son variadas y permiten elegir entre variados tipos de vehículos, tiempos de contrato y esquemas de pago.