El futuro nos alcanza, llegan autos a hidrógeno

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Hace una década, el presidente George W. Bush acogió la promesa de los autos impulsados por hidrógeno, el elemento más abundante del universo.
Eso cambió bajo Steven Chu, el físico ganador del Nobel quien fue el primer secretario de Energía del presidente Barack Obama.

“Nos preguntamos, ‘¿acaso es probable que en los siguientes 10 a 20 años nos transformemos en una economía de autos a hidrógeno?’”, dijo Chu entonces. “Sentimos que la respuesta era ‘no’”.

Aparentemente, el auto a hidrógeno había muerto. Excepto que persistieron los fabricantes automotrices, entre ellos General Motors, Honda, Toyota, Daimler y Hyundai. Tras muchos años y miles de millones de dólares para investigación, los autos a hidrógeno han llegado.

Hyundai ha estado arrendando la camioneta SUV Tucson a hidrógeno desde junio, por un enganche de 2 mil 999 dólares y mensualidades de 499. Toyota lanza en California un sedán llamado Mirai, que significa “futuro” en japonés, por unos 57 mil dólares, más barato que el Modelo S de Tesla Motors.

California está gastando millones de dólares para construir estaciones de carga de hidrógeno, con la meta de extender la red de 9 estaciones, hoy en día, a 50 para fines del 2015.

Tanto los autos eléctricos de batería como los autos de celda de combustible son, esencialmente,

autos eléctricos con las ventajas inherentes de los motores eléctricos: aceleración rápida, silencio casi total y cero emisiones.

La diferencia es la fuente de la electricidad. En lugar de almacenar su carga en baterías, las celdas de combustible en los autos a hidrógeno son plantas miniatura de energía, generando un flujo de electricidad en la reacción química de convertir hidrógeno y oxígeno en agua. El oxígeno proviene del aire; el hidrógeno, que está comprimido, es almacenado en tanques.

Elon Musk, de Tesla, se burla de las celdas de combustible al llamarlas “celdas de tontos” que perderán ante autos eléctricos de batería como el suyo. Los componentes eléctricos en la batería son más eficientes que las celdas de combustible y más baratas de operar. Y actualmente, hay más sitios para conectarse que lugares para llenar un tanque de hidrógeno.

Sin embargo, los autos eléctricos de batería también tienen importantes fallas tecnológicas.

Toman tiempo para recargarse, no llegan tan lejos entre recargas como los autos a hidrógeno y las baterías requeridas para vehículos más grandes hace que construirlos sea poco práctico, ya que las actuales baterías de ion-litio simplemente no pueden almacenar la energía suficiente para que vehículos más grandes recorran mayores distancias.

Llenar el tanque en una bomba despachadora de hidrógeno toma tanto tiempo como llenar un tanque de gasolina, en lugar de horas conectado a una toma de corriente.

Crear una celda de combustible lo suficientemente pequeña para caber en un auto, que dure años y no cueste un millón de dólares planteaba retos que los fabricantes automotrices dicen haber conquistado. El costo también ha bajado, al reducir la cantidad requerida de costoso platino. El platino es usado como catalizador para mezclar el oxígeno y el hidrógeno.

Toyota probablemente perderá dinero con cada Mirai que venda, pero la compañía espera que los autos de celda de combustible sigan la trayectoria del Prius, que evolucionó de una rareza poco rentable para convertirse en un vehículo mainstream.

“Si ése es el ejemplo de una prueba, queremos repetir esa prueba en hacia adelante”, señaló Nihar Patel, un ejecutivo de Toyota.
Un automóvil con mucha energía

La autonomía del FCV Concept se sitúa en unos 482 kilómetros, mientras que la duración estimada de la recarga de hidrógeno es de tres minutos. La pila de combustible de este coche es 33% más pequeña y aporta 60% más de densidad de potencia al compararlo con el FCX Clarity.

Honda presentó, por primera vez en Norteamérica, la nueva generación del vehículo de pila de combustible FCV Concept, que se lanzará en 2016 en Japón.
EL PRECIO DE LA TECNOLOGÍA

2 mil 999 dólares cuesta el enganche de una camioneta SUV Tucson a hidrógeno de Hyundai.

57 mil dólares cuesta el sedán Mirai de Toyota.

Con información de: am.com.mx

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