La llegada de los autos eléctricos es inevitable, todas las armadoras del mundo están haciendo inversiones y esfuerzos hacia unidades que funcionen solo con baterías y poco a poco han ido disminuyendo los costos, por ejemplo, la baterías cuestan 80 por ciento menos que hace 10 años.
También hay que tomar en cuenta que por ahora las recargas de electricidad suelen ser gratuitas en un afán de promover esta tecnologías, pero cuando esto pase, los combustibles fósiles serán más caros que la energía eléctrica.
Y a pesar de que existen programas gubernamentales que promueven la compra de estas unidades, aún existen mitos sobre la llamada electrificación. Aquí deshacemos algunos:
Estaciones de carga: El número de electrolineras está en crecimiento y es que lugares públicos como supermercados, estacionamiento u hoteles están instalando la infraestructura. Un ejemplo claro es el de BMW, quien instaló un corredor eléctrico de la CDMX a SLP.
Carga lenta: Prácticamente el 70% de todos los procesos de carga se realizarán en la casa o en el trabajo por lo que siempre se tendrá el auto listo para recorridos citadinos. Pero para recorridos más largos, hay estaciones preparadas y tecnología en los autos, como por ejemplo el ID3 que permite cargar hasta 260 km de autonomía en 30 minutos.
Autonomía: Hoy en día, es posible tener rangos de viaje de hasta 550 kilómetros con los autos eléctricos más nuevos y con el tiempo ya no deberá ser una preocupación gracias a la instalación de infraestructura y tecnología de carga rápida.
Son peligrosos: Estas unidades están equipadas con sistemas de seguridad que evitan los riesgos de incendios y choques eléctricos. Por ejemplo, en caso de un accidentes, la electricidad que fluye desde la batería se interrumpe inmediatamente.
Además, algunas baterías vienen equipadas con un bloque a prueba de choques en la parte inferior de la carrocería, tal es el caso de las unidades que están por salir de Volkswagen.
No combaten el cambio climático: los autos eléctricos producen menos CO2 que cualquier coche a diésel o gasolina, incluso tomando en cuenta la producción del auto. En los próximos años, esta ventaja ambiental será cada vez más importante.
Son peligrosos para los peatones: el motor eléctrico no genera ruidos como lo hace uno de combustión y para solucionar el que puedan pasar desapercibidos, los autos agregarán sonidos para alertar alos peatones.
En el caso del ID3, al llegar a los 30 kkm/h se producirá un sonido futurista y para velocidades más altas, el ruido generado por los neumáticos será más que suficiente.
No son divertidos: Los motores eléctricos tienen una gran potencia con una aceleración casi instantánea gracias a que cuenta con todo el torque desde el momento en que arrancan, por lo que al pisar el pedal de velocidad, se puede sentir el empuje en el asiento.
El agarra aerodinámico es otro factor a considerar ya que las baterías empujan el auto hacia el piso con lo que se tiene un manejo más deportivo. El ID.R de Volkswagen lo ha comprobado al hacerse acreedor de un récord por acelerar de 0 a 100 km/h en 2.4 segundos.
La baterías exigen muchos recursos: Con la tecnología actual, hay suficiente litio para producir baterías para miles de millones de autos eléctricos, además, la cantidad de cobalto requerida se reducirá de casi 12 por ciento a 6 por ciento a mediano plazo.
También se prevé que se reciclen cada vez más las baterías viejas, con lo que se podría llegar a un índice de reutilizado de hasta el 97 por ciento