La falta de semiconductores ha provocado cierres temporales en plantas del sector automotriz en México y la región de Norteamérica, lo que ha traído como consecuencia una baja en la producción de autos y componentes.
Esto de acuerdo con las asociaciones que encabezan la industria automotriz mexicana, quienes esperan que el abasto de estos componentes, que se producen en Taiwán y Corea del Sur, esté regularizado hacia el segundo semestre del año.
Oscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), señaló que se espera que lo que se deje de producir en estos meses iniciales del año se recuperará una vez que se regularice el abasto.
Lo anterior en una situación similar a la que ocurrió con los cierres de plantas que se dieron al inicio de la pandemia.
Los semiconductores son componentes presentes en todos los vehículos, desde los sensores de cinturón de seguridad o de las bolsas de aire, hasta los sistemas de asistencia de conducción, por lo que son necesarios para la producción.
Cabe recalcar que este desabasto ha traído afectaciones a la industria automotriz en todo el mundo.
La producción de este tipo de componentes fue absorbido para bienes de consumo y telecomunicaciones, cuya demanda creció con los confinamientos derivados de la pandemia.
Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), señaló que hay empresas armadoras que han tomado medias como paros técnicos con diferentes esquemas para hacer frente al desabasto.
“Estimamos que hacia el segundo semestre de este año podría haber alguna luz en este sentido y que las cosas puedan empezar a mejorar”, dijo el directivo en conferencia de prensa conjunta.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en enero se produjeron 15% menos autos en comparación con el mismo mes del año pasado, al armarse un total de 278 mil 711 unidades, en tanto que las exportaciones registraron una variación negativa del 6.3%.
Ante esto, también se espera que la baja en la producción también afecte a las ventas, ya que los inventarios de autos, sobre todo los de mayor demanda, puedan verse perjudicados, de acuerdo con Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).