Paralelamente, la Voluntary Employee Benefit Association (VEBA), al momento del cierre, recibirá una participación del 55 por ciento, al neto de los efectos acordados. Tal participación será administrada por el Departamento del Tesoro estadounidense.
El Departamento del Tesoro estadounidense y el Gobierno canadiense poseerán conjuntamente el remanente del 10% del capital, al neto de los efectos computados.
La nueva Chrysler se beneficiará además del nuevo contrato colectivo de trabajo recientemente firmados con la UAW y la CAW y de un financiamiento por parte del Departamento del Tesoro estadounidense de seis mil 500 millones de dólares.
La nueva Chrysler será gestionada por un consejo de administración integrado por nueve miembros: tres directores nombrados por Fiat, uno de los cuales deberá satisfacer el criterio de independencia establecido por las regulaciones de la New York Stock Exchange. VEBA y el Gobierno de Canadá tendrán el derecho de designar un director cada uno. Inicialmente, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos contará con el derecho de nombrar cuatro directores (tres de los cuales deberán ser independientes).
Fiat tendrá el derecho de recibir hasta un 15 por ciento adicional del capital (sea en términos de valor y en términos de voto), al neto de los efectos diluidos. Esta participación será atribuida en tres tramos del 5% cada una, subordinada al logro de los objetivos preestablecidos y en particular: la obtención de la aprobación reglamentaria para la producción de la familia de motores FIRE en Estados Unidos; al cumplimiento del objetivo de ventas de vehículos Chrysler fuera del área del NAFTA, y la obtención de la aprobación reglamentaria para la producción de un modelo Chrysler basado en la tecnología de Fiat.
Una vez obtenido este 15 por ciento adicional, Fiat podrá designar a otro director en el consejo de administración de Chrysler.
Además, Fiat tendrá la opción de adquirir un 16 por ciento (ejecutable a partir del 1° de enero de 2013 al 30 de junio de 2016). El precio de esta participación adicional será determinado en base a criterios de valuación estándar de mercado y en cualquier caso no podrá ser superior al múltiplo de Fiat a aquel momento. Esta facultad no podrá ser ejercitada hasta que la deuda con el Departamento del Tesoro estadounidense no sea inferior a tres mil millonesde dólares.
La participación de Fiat no podrá superar el 49 por ciento hasta que no sea reembolsada la totalidad del préstamo concedido por el Tesoro norteamericano.
En resumen, la contribución de Fiat consistirá en: licencias que permitirán a Chrysler utilizar todas las plataformas automovilísticas de Fiat Group Automobiles (sujeto a cualquier condición restrictiva entre Fiat y terceros) para la producción de vehículos Chrysler en el NAFTA; licencias que permitirán a Chrysler hacer uso de otras determinadas tecnologías claves de Fiat, como aquellas relativas a motores; la prestación de servicios del management que permitan a Chrysler beneficiarse con la experiencia de Fiat en la reestructuración de la actividad industrial y operativa; participación en los programas de compras y contrataciones de Fiat; distribución de los vehículos de Chrysler fuera del área del NAFTA, en particular proveyendo a Chrysler el acceso a la red comercial de Fiat en países donde la presencia de Chrysler actualmente es limitada.
La alianza, elemento clave del Plan de Integración de Chrysler, reforzará la continuidad a largo plazo de Chrysler con acceso a plataformas competitivas para vehículos de bajo consumo, motores y componentes que serán producidos en los establecimientos de Chrysler.
También permitirá a Fiat Group y Chrysler tener beneficios de las respectivas redes comerciales e industriales y de sus proveedores globales. La alianza no preveé para Fiat ningún desembolso de dinero a Chrysler ni compromisos de financiar Chrysler en el futuro.