En sus más de 28 años dentro de la industria automotriz, Gerardo Gómez absorbió consejos, formas de trabajo y las adaptó para crear un nuevo liderazgo, uno donde escuchar a las personas y adaptarse a diversos escenarios son clave para el crecimiento profesional y personal.
Gerardo Gómez Gálvez es director de J.D. Power México, compañía consultora de análisis de datos, software e inteligencia del consumidor, reto que tomó en 2011, cuando la empresa internacional decidió abrir de forma permanente una oficina en México.
En este tiempo, J.D. Power pasó de hacer un estudio de análisis del sector automotriz a hacer cinco estudios durante todo el año, “desarrollando relaciones con todas las armadoras para ofrecerles información de valor, escuchando la voz de los clientes, así como ofrecer a los usuarios puntos de referencia para ayudarlos a tomar decisiones informadas”, puntualizó.
En charla con Alianza Automotriz, el director de J.D. Power México recordó su pasión por la mecánica, cuando de pequeño desarmaba y armaba cosas, por lo que decidió estudiar ingeniería mecánica y ese camino le abrió las puertas de la industria automotriz.
MEZCLA DE CONOCIMIENTO
“Empecé a trabajar en Ford, primero en mercadotecnia”, rememoró, donde trabajó de la mano con la planta para desarrollar nuevas estrategias.
Posteriormente desarrolló a Jaguar en México, “me tocó hacer un poco de todo”, dijo entre risas.
En ese tiempo Ford también adquirió a Volvo y nuevamente le tocó trabajar en el desarrollo a la marca, incluso, colaborar con la financiera para colocar a la firma en los primeros sitios.
Este andar lo llevó a Toyota donde nuevamente comenzó el desarrollo de la marca, apoyó con la formación de distribuidores y fue cuando encontró una forma de hacer las cosas diferentes. “No hay mejores ni peores formas, sino diferentes”, aclaró.
Para Gerardo Gómez este paso, entre la forma de trabajo americana, asiática e incluso alemana, le permitió conocer y empaparse sobre nuevas formas de trabajo, combinar y crear una nueva tomando lo mejor de cada una. “Tomas lo que más va con tu personalidad y lo pules a tu estilo”.
El camino no fue fácil, aprendió de las situaciones negativas para desechar formas de trabajo que no eran acordes a su carácter.
ESCUCHAR A LA GENTE
En actitud pensativa se toma un momento y reflexiona, “todo esto te va enriqueciendo, buscas cómo sí se puede hacer, enfrentas retos. Algo dónde he aprendido mucho es hablando directamente con la gente, desde el vendedor hasta el policía de la distribuidora. Esto te amplía la visión para que puedas tener una mejor perspectiva”.
En su experiencia salir de la zona de confort ayuda en el crecimiento personal y profesional. “Cuando abres la puerta y ves que puedes hacer las cosas diferentes y empiezas a hacerlo”, afirmó.
Gerardo reconoce que en ocasiones quiere ir muy rápido; sin embargo, en este proceso, también aprendió a tener paciencia y adaptarse al ritmo de los equipos, pues cada uno trabaja diferente.
“Amplía tus niveles de tolerancia contigo mismo y con tus compañeros”, reiteró.
NO SE AÍSLEN
Ahora como líder, le toca transmitir la misma experiencia y conocimiento a las nuevas generaciones, por lo que les recomienda que se relacionen con las personas. “Las nuevas generaciones están muy metidas en su propio mundo, se están aislando”, afirmó.
“Estamos hablando de inteligencia artificial y robots, pero nada va a reemplazar una relación persona a persona. Yo aprendí más con la gente; estando con la gente puedes aprovechar esas herramientas tecnológicas para conectar y tratar de ser más empático”, agregó.
Todo este trabajo y aprendizaje a lo largo de su carrera tiene un “motor”, ese que lo mueve a ser mejor persona y líder. “Soy apasionado de mi familia, es el motor que me mueve a hacer más y más. Es mi motivador número uno”, aclaró.