Se estima que el mercado mexicano está valuado en 780 millones de litros de lubricantes, de los cuales el 60 por ciento se distribuye en botellas un litro, lo que equivale a 260 millones de botellas que se utilizan y desechan a la basura anualmente.
—————————————————
En los últimos años, los fabricantes de lubricantes y químicos automotrices, como en muchas otras industrias, han redoblado esfuerzos por mejorar la calidad de sus productos, con resultados que beneficien el entorno ambiental.
A decir de Karen Busto, gerente de mercadotecnia para Penzzoil en México, esta firma de lubricantes se preocupa por desarrollar tecnologías que se traduzcan en menos emisiones de contaminantes y menor consumo de gasolina.
“Buscamos la máxima calidad del básico refinado del petróleo y también desarrollamos formulaciones en paquetes de aditivos más sofisticados, que permiten ofrecer mayor limpieza con mejores propiedades anti-desgaste”, señaló.
En este contexto, precisó que además de la incursión a nuestro país del nuevo empaque de cartón flexibag EcoBox, la compañía también lanzó recientemente al mercado el aceite alto kilometraje en viscosidad 10W-40 para vehículos de años recientes con más de 100 mil.
“A pesar de en México no hay políticas que restrinjan el líquido y el envase, será posible ver en los siguientes años una industria alineada con el cuidado del planeta, que trabaje en conjunto con los fabricantes de motores”, agregó.
Subrayó así que el reto de la industria y de las marcas de alta calidad y tecnología como Pennzoil, es educar a los usuarios de lubricantes en cuanto a los beneficios que ofrece el mantener su vehículo aceitado, pero también en el tema de desecho.
Por su parte, Eduardo Ruíz, representante de venta de Lucas Oil México, señaló que el compromiso de la compañía se basa en entregar al mercado productos más amigables con el medio ambiente, que al mismo tiempo ayuden a la economía de los clientes con altos rendimientos en el combustible.
Detalló que en caso de la marca Lucas Oil, los productos son base petróleo, que es la materia prima de la que se derivan todos los aditivos y lubricantes. “Nuestros paquetes de aditivos, aunados con las mezclas especiales de la más avanzada calidad, permiten eficientar su funcionamiento”.
Apuntó que en el presente año, se renueva la gama de productos, en los que se incluye el Super Coolant Lucas, un aditivo que va en el sistema de enfriamiento de los motores y mantiene fresco el motor.
“En lo general, la industria se está enfocando en la protección del medio ambiente; sin embargo, en Lucas Oil creemos que este compromiso es fundamental para nosotros, ello nos obliga a entregar productos amigables a los consumidores”, comentó.
En el caso de Comercial Roshfrans, la empresa está consciente y comprometida con el cuidado y respeto al medio ambiente, por lo cual trabaja para garantizar las condiciones adecuadas de futuras generaciones.
“Hemos establecido una política y objetivos para el cuidado y mejora ambiental, mediante acciones e inversiones orientadas a minimizar y eliminar el impacto en las operaciones, responsabilidad con que hemos obtenido el certificado de sistema de gestión ambiental basado en la Norma ISO 14001:2004, reconocida mundialmente”.
En cuanto al portafolio de productos, la firma destaca el desarrollo tecnológico de aceites lubricantes que evoluciona de la mano con los motores de combustión interna, con la finalidad de cumplir con las nuevas y estrictas regulaciones ambientales.
“Somos los pioneros en el mercado en ofrecer un empaque ecológico: Roshpack, un envase que reduce en porcentajes altos la huella de carbono en el ciclo total de la vida de nuestros productos, ya que los procesos productivos para su confección consumen menor cantidad de recursos no renovables como el petróleo, son mucho más ligeros, mientras que su flexibilidad y tamaño le otorgan una gran ventaja en el tema de logística”, afirmó.
Agregó que: “Seguiremos lanzando grasas y aceites lubricantes sintéticos y minerales para aplicaciones industriales a elevadas temperaturas, altas revoluciones y una amplia variedad de condiciones de operación; así como para motores de combustión interna, transmisiones, ejes y diferenciales”.
Incluso, Comercial Roshfrans también imparte asesoría y capacitación, con el objetivo de que los clientes hagan un mejor uso y aplicación de los productos, pero que al mismo tiempo se mantengan actualizados en el tema de lubricación automotriz.
“Como empresa fabricante de aceites y grasas lubricantes, somos conscientes de que al cumplir con su tiempo de vida útil en el automóvil, los productos se convierten en un residuo peligroso, el cual debe ser manejado y dispuesto, como lo marca la normatividad ambiental en nuestro país”, mencionó.
La empresa advirtió que la industria de lubricantes cumple con los requisitos normativos y legales para garantizar que dicho residuo se dispongan de tal forma que el valor económico asociado al mismo, se recupere a través del co-procesamiento o la fabricación de combustible alterno, minimizando así los efectos adversos por un manejo inadecuado.
Explicó que este trabajo, se realiza mediante la Asociación Nacional de Fabricantes de Lubricantes y Aditivos (ANFLA), la cual se esfuerza para establecer los lineamientos que se integren al Plan de Manejo de Aceite Lubricante Usado (ALU) a nivel nacional y colectivo.
Finalmente, la compañía Liqui-Moly, coincidió que es difícil no contaminar cuando el negocio se basa en el comercio de aceites y aditivos; no obstante, dijo, se trabaja para que dicho impacto sea el más bajo posible, motivo por el cual todos los envases de sus productos son reciclables.
“Manejamos aluminio en el tema de aditivos, pues es un material que se puede reciclar de muy buena forma. Tenemos también un proyecto a mediano plazo, basado en la recolección de aceite usado, como de los envases de nuestros productos, poco a poco iremos avanzando en esa parte”.
De acuerdo con la compañía, en el segmento de aerosoles, se utilizan propelentes distintos al que usan otras empresas. “Los envases contienen sólo tres por ciento de propelente, cuando la media en el mercado ronda el 25 por ciento”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), anualmente se generan en México más de 325 millones de litros de aceites usados, que mal manejados afectarían al medio ambiente en diversas formas; por ejemplo, se estima que un litro de aceite usado puede contaminar un millón de litros de agua.
Por ello, el INECC desarrolló el manual de buenas prácticas de manejo para los aceites usados automotrices, que promueve un manejo eficiente de residuos, proyecto coordinado con autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno, quienes consideran la necesidad de llevar a cabo un Programa de aceites usados.
De esta manera, se busca dar un manejo integral y ambiental en los aceites, en el que puedan trabajar con los talleres automotrices, permitiendo su reciclado, además de que genera energía, protege la salud y evita la contaminación en aire, suelo y agua.
Recolección de materiales
Mauricio Echeverri, director de Ecoltec, filial del Grupo Apasco, dedicada al co-procesamiento de materiales de desecho, explicó que la compañía aprovecha las condiciones de los hornos cementeros para co-procesar residuos, es decir, aquellos que tienen poder calorífico como las llantas, aceites y plásticos, cuyas características son importantes en la producción de cemento.
“Existe un horno giratorio que se alimenta de materias primas y alcanza altísimas temperaturas, durante el proceso, se generan presiones negativas, el horno trabaja hacia adentro y no se emiten emisiones contaminantes al aire”, indicó.
Detalló que entre las industrias con quienes trabajan, destaca la automotriz, de la que reciben llantas y aceites, aunque con el alza en el precio del petróleo, existen otras formas en las que se reutiliza el aceite, lo cual ha disminuido su recolección.
“Una buena parte de este tipo de material se reutiliza, hoy se venden aceites reciclados como si fueran nuevos; otra parte se va para ladrilleras, que son en su mayoría, empresas que no tienen el control de gases y le están entregando a la atmosfera una mala calidad de aire”, mencionó.
“Lamentablemente aún no se tiene la conciencia, mientras no haya reglamentaciones que los obliguen, pero es también un tema de educación, lo grave es que no sólo se expulsa al aire, sino que todavía hay quienes los tiran en drenajes, contaminando grandes cantidades de agua”, concluyó Mauricio Echeverri.
—————————
Residuos que se generan en los talleres mecánicos
- Aceite y grasas usados
- Anticongelantes
- Solventes usados (thinner, aguarrás, etc.)
- Estopas, aserrín, arena (impregnados con algunos de los anteriores residuos)
- Acumuladores o baterías automotrices usadas
- Líquido de frenos
- Pinturas y esmalte
- Filtros de aceite