Manuel Montoya Ortega. Clúster Automotriz para avanzar hacia el futuro

Su experiencia en los clústeres le ha enseñado que el trabajo en equipo es fundamental para fortalecer a la industria y superar cualquier obstáculo

Manuel Montoya Ortega, presidente de la REDCAM.

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Actualmente, la industria automotriz mexicana se enfrenta a numerosos desafíos: un contexto económico internacional adverso, la implementación y aprovechamiento del Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) o la transición acelerada hacia la electromovilidad, por mencionar algunos.

Ante dicho escenario, el trabajo en equipo, la formación de alianzas y la suma de voluntades serán fundamentales para sortear de mejor manera los retos del presente y del futuro. Por tal motivo, los clústeres automotrices tienen, hoy más que nunca, un papel relevante en el sector.

UNA VIDA LIGADA A LA INDUSTRIA

Manuel Montoya Ortega, director del Clúster Automotriz de Nuevo León y presidente de la Red Nacional de Clústeres de la Industria Automotriz (REDCAM), lleva 25 años relacionado con el sector.

Originario de la Ciudad de México, Montoya es ingeniero químico administrador por el Instituto Tecnológico de Monterrey, maestro en Administración de Negocios por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de Barcelona, España, y doctor en Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

En 1997 tuvo su primer contacto con la industria, cuando comenzó a trabajar en la empresa automotriz española Ficosa, la cual acababa de instalar una planta en Monterrey para la fabricación de espejos, palancas de cambios y de frenos, entre otras partes para autos.

Poco tiempo después fue invitado por dicha compañía para participar en una joint venture en la India, donde colaboró con el Grupo Tata, uno de los más importantes de esa nación asiática, en el desarrollo de componentes para vehículos y en el diseño y la fabricación del primer auto de ese país, el Tata Indica.

En entrevista para Alianza Automotriz, Manuel Montoya cuenta que esa experiencia enriqueció su panorama sobre el sector.

“Te da una visión total de la industria automotriz, pues es una industria muy globalizada. Eso me permitió entender, por un lado, que uno tiene que seguir a la industria a donde vaya, y, por otro, me hizo entender el ciclo de desarrollo integral de un producto”, explica.

Tras su regresó a México, en el año 2000, la vida lo llevó a incursionar en la academia, ya que formó parte del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), donde estuvo adscrito hasta 2007, cuando la industria automotriz tocó a su puerta nuevamente.

“En el año 2007 me invitan a unirme a un proyecto nuevo, que fue la creación del Clúster Automotriz de Nuevo León. Sin embargo, todavía no se sabía mucho de clústeres en México. Así que tuve que viajar al País Vasco, España, para conocer el modelo de clusterización. También me reuní con líderes de Galicia”, recuerda.

CLUSTERIZACIÓN EN MÉXICO

Esos viajes llenos de aprendizaje fueron esenciales para edificar el Clúster de Nuevo León. Además, gracias a los conocimientos adquiridos apoyó en la creación de otros clústeres, como los de Guanajuato, San Luis Potosí, Estado de México, Puebla, Jalisco, Coahuila, La Laguna y Chihuahua, por mencionar algunos; e inclusive, a nivel internacional, en países como Perú y Colombia.

Manuel Montoya también ha participado en el desarrollo de clústeres de otros ámbitos, como el minero en Zacatecas y el de confección en La Laguna.

“El modelo clúster fomenta la colaboración entre personas, empresas y organizaciones. Eso, yo creo, que es una cosa muy humana. Cuando las personas aprenden a trabajar colaborando ya no cambian, quieren seguir en ese esquema. Para mí el modelo clúster nos permite ver más allá de las cuatro paredes de nuestra empresa”, señala.

Sus conocimientos y experiencia lo llevaron a convertirse en presidente de la REDCAM, creada en 2019, organismo que fue sustancial para la industria tras la llegada de la pandemia de COVID-19.

“Fue un gran acierto haberla tenido ya organizada, porque pudimos colaborar entre las regiones a pesar de la distancia y de la pandemia. Nos volvimos un medio de comunicación para la industria”, celebra.

RETOS DEL PRESENTE Y DEL FUTURO

Con más de 25 años en la industria y 16 en los clústeres, Manuel Montoya ve en el presente un área de oportunidad importante para el sector automotriz, a pesar de la situación económica internacional.

“Yo creo que ahorita estamos en un momento de oportunidad muy bueno; el T-MEC preparó el terreno para que las trasnacionales les compren a los empresarios mexicanos. El NAFTA había tenido ese gran defecto, que fomentaba mucho el modelo de maquila. El T-MEC les pide a las naciones comprar regionalmente y eso ha creado la oportunidad para que empresarios mexicanos Tier 2 puedan hacer negocios”, explica.

Añade que el fortalecimiento de la industria mexicana es fundamental para enfrentar los retos del futuro, y de esa forma abordar de mejor manera temas como la electromovilidad y la descarbonización de las empresas. Es ahí donde los clústeres serán fundamentales.

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