Mobilize, una marca comprometida con la neutralidad del carbono, pretende fomentar a la energía solar y eólica como fuentes de energía renovables, gracias a soluciones de almacenamiento estacionario como Advanced Battery Storage.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el carbón, el gas y el petróleo siguen representando el 80% de la producción energética mundial. Pero, a diferencia de la solar o la eólica, estos combustibles fósiles son recursos limitados.
La demanda de energía, en particular de electricidad, varía a lo largo del año y también del curso de un día. Los periodos de alta demanda, como las 19:30 horas, se cubren actualmente con la producción de las centrales térmicas o con electricidad importada.
La tecnología de almacenamiento está concebida para almacenar el excedente de producción de energía que luego se devuelve a la red durante los picos de demanda, sin tener que recurrir a otras opciones que son intensivas en CO₂.
El almacenamiento es un factor esencial de la ecuación de las energías renovables. De hecho, aunque la energía solar es abundante y fácil de aprovechar a través de paneles fotovoltaicos, y la energía eólica crece constantemente, su mayor inconveniente es su producción intermitente. En otras palabras, las turbinas eólicas y los paneles solares son estupendos cuando hay viento o brilla el sol, pero ¿qué se hace cuando no hay la más mínima brisa, hay nubes en el cielo o es de noche?
El almacenamiento sirve para compensar esas fluctuaciones, es como un depósito de combustible que se llena durante los picos de producción y se vacía cuando la demanda es alta. Se llama “almacenamiento estacionario” cuando se trata de baterías fijas, a diferencia del almacenamiento móvil, como las baterías de los ordenadores o de los coches. Mobilize se enfrenta a este problema con sus dispositivos de almacenamiento estacionario “Advanced Battery Storage”, que ya se han instalado en varios lugares de Francia y Europa.
Además de proporcionar una solución sostenible para las energías renovables, el almacenamiento estacionario es también una opción viable de reutilización para los tipos de baterías que se encuentran en los coches eléctricos. Cuando una batería ya no es apta para su uso en un vehículo, y antes de ser reciclada, se le puede dar una “segunda vida” en el almacenamiento eléctrico, que es una tarea menos rigurosa y exigente en términos de densidad energética y potencia.