Luego de analizar las secuelas en víctimas de latigazo cervical en choques traseros, ESI Group, una de las principales compañías en simulación digital de prototipos, presentó a las firmas automotrices un maniquí humanoide de choque trasero, diseñado para reducir los traumatismos vertebrales en pruebas de seguridad automovilística.
El maniquí denominado BioRID-II, dirigido a pruebas de PAM-CRASH/PAM-SAFE2G incorpora una columna dorsolumbar articulada, equiparable a la del ser humano con 24 vértebras, mantiene la nuca en pre-tensión gracias a un sustituto muscular compuesto de amortiguador instalado en paralelo, mientras que en el abdomen posee agua y goma de silicona blanda en el torso.
El nuevo prototipo de simulación destaca la satisfacción de los clientes para el análisis de los asientos del automóvil al facilitar la protección en traumatismos cervicales de tipo latigazos.
Por ello, se estima que con la utilización del BioRID-II los fabricantes de automóviles podrán mejorar la estructura de sus asientos al absorber eficazmente la energía y reducir el efecto rebote considerado como un factor determinante de daño en los casos de colisión.
Además, la aplicación del maniquí en estudios de PAM-CRASH/PAM SAFE2G, permite concentrar a su vez información sobre aceleración, fuerza y cinemática de un pasajero.
De acuerdo con algunas investigaciones, el latigazo cervical (violenta aceleración de la cabeza hacia atrás y hacia delante), es la lesión más extendida en registros de accidentes, ya que una de cada siete víctimas padece dolores agudos hasta tres años después del percance.
Finalmente, cabe destacar que para el desarrollo del maniquí participaron algunas compañías como BMW, DaimlerChrysler, Porsche y Volkswagen, la FAT (Asociación Alemana para la Investigación Automovilística) y productores de asientos como Johnson Controls y Keiper.