El balanceo de las llantas es importante para la comodidad en el manejo y para alargar la vida de las mismas.
Los neumáticos desbalanceados pueden ocasionar vibración, un desgaste prematuro del piso de las llantas y desgaste innecesario en la suspensión del vehículo.
El propósito del balanceo de las llantas es eliminar la vibración causada por el desajuste entre la llanta y la rueda. Este desajuste puede ser producido hasta por una diferencia mínima de peso en cada llanta.
Una pequeña fuerza que se repite rápida y frecuentemente, puede causar daño a casi todo el vehículo.
Pensemos en que la rueda de un auto que viaja a 90 km/h está haciendo aproximadamente cuatro revoluciones cada segundo. Cada una de esas revoluciones está produciendo un pequeño impacto que es pasado a cada parte del vehículo que está conectado a ella.
¡Esto es igual a más de 14 mil pequeños impactos por hora de sólo una rueda!
Normalmente, se comienza a notar que las llantas delanteras están desbalanceadas por las vibraciones que transmite a través del volante hacia las manos del conductor.
Sin embargo, estas mismas vibraciones no se sienten cuando son producidas por las llantas traseras pero igual contribuyen al desgaste mecánico del automóvil. Esta es la razón por la cual balancear cada llanta nueva es altamente recomendable como práctica habitual.
Bajo condiciones de manejo promedio, es aconsejable:
1) Revisar el balanceo de llantas al menos cada seis mil kilómetros.
2) Balancear cualquier llanta que haya sido reparada.
3) Balancear cualquier llanta nueva.
4) Hacer un balanceo después de todas las reparaciones a la suspensión, frenos, discos o cualquier otra que implique desmontaje de la llanta en cuestión.
¿Porqué se esta prohibiendo el plomo para el balanceo de llantas?
En el 2005 la Unión Europea prohibió su uso de pesos de plomo para balanceo en los vehículos que circulan en dicho continente. Tres años después, California emitió la misma prohibición.
Las neurotoxinas que contienen los materiales que componen esos plomos están contaminando las fuentes de agua del subsuelo en todo el mundo.
Se afirma que más de 500 mil plomos de balanceo se caen inadvertidamente de las llantas cada año solo en California, haciendo que este estado tenga uno de los índices más altos de contaminación medioambiental.
En México, más de 17 millones de automóviles están registrados en circulación. Si consideramos que 15 de cada 100 vehículos pierden al menos un plomo de balanceo cada año; esto significa que más de 40 toneladas de plomo son depositados cada año en caminos, carreteras, calles, etc.
Todo este plomo contamina los mantos freáticos y a fin de cuentas llega a nuestro cuerpo a través del agua que bebemos o los alimentos que son regados con esta agua.