* Proteja su auto en esta época de lluvias

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Cuando se piensa en adquirir un vehículo, se toman en cuenta factores como el estilo, la comodidad, el gusto, la potencia, las prestaciones o la seguridad.

Sin embargo, un concepto en el que prácticamente nadie se fija es su vulnerabilidad ante las inundaciones; es decir, qué tan fácil o difícil resulta que se le meta el agua al habitáculo o peor aun al motor.

Al respecto,  el Centro de Experimentación y Seguridad Vial México (Cesvi México) ha elaborado un estudio titulado: “Índice de Riesgo por Aspiración de Agua al Motor de los Vehículos”, un documento de  referencial para saber qué tan factible es que un automóvil o camioneta se dañen por el ingreso de agua a sus motores.

En este momento tal vez usted se pregunte qué tendría que ver este parámetro con su decisión final de compra, lo cierto es que mucho. Tome en consideración que México es un país en donde la temporada de lluvias dura prácticamente la mitad del año y que aun en los lugares donde no llueve seguido, el riesgo de inundación está a la orden del día. Además, año con año, las compañías aseguradoras reportan docenas de casos relacionados con averías por esta causa, mismos que se traducen en cientos de miles de pesos en indemnizaciones.

De ahí que Cesvi haya decidido estudiar la problemática y ofrecer una lista con los 95 modelos más comercializados en el país según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz para “rankearlos” de acuerdo a su gama y posibilidad de dañarse por el ingreso de agua al motor en una inundación.

Los vehículos que mejor calificaron a este estudio fueron: Nissan Urvan, Honda Pilot, Renault Trafic VU L2H2, Mazda CX-7, Chrysler Atos, Toyota Hilux, Nissan Xtrail,  General Motors Silverado 2500,   Renault Scenic, Chrysler Attitud,  Ford Motor Fiesta Sedán,  Ford Motor Transit y Chrysler Journey.

Ahora bien, la investigación no tiene como objetivo descalificar el diseño de tal o cual unidad sino presentar a los interesados una referencia del riesgo que corren al enfrentarse a una situación emergente, donde por supuesto, deben regir la cordura y el sentido común.

Sin embargo, la actitud cotidiana es ignorar el riesgo y aventurarse a pasar por encharcamientos creyendo que el propio vehículo impulsará el agua sin mayor problema cuando la realidad es lo contrario: la carrocería del auto expandirá el volumen del líquido e incrementará su altura porque no está diseñada para flotar en él, lo que aumenta las posibilidades de que el agua se meta por la toma de aire o el tubo de escape.

En ese sentido, la teoría del Manejo Defensivo dicta tres reglas fundamentales para afrontar dichas condiciones:
Visualice el Riesgo. Observe el entorno por el que circula y verifique el riesgo de inundación. En caso afirmativo, debería trazar rutas alternas o medios de transporte distintos.

No se exponga usted ni a sus pasajeros. Como conductor responsable deberá pensar en su integridad física y en la de sus acompañantes. Si advierte que no puede pasar, detenga el vehículo, espere a que baje el nivel del agua o si es posible busque otro camino. No vale la pena quedarse varado por una aventura.

Si queda atrapado. Si la inundación es inminente, guarde la calma, apague el motor, póngase a salvo y llame a su compañía de seguros o a los servicios de emergencia. Olvídese del auto, éste es recuperable, su vida no.

*Información proporcionada por Cesvi

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